Las apuestas ilegales vuelven a ser noticia en el mundo de fútbol, con Italia de nuevo en el epicentro. La Fiscalía de Milán ha hecho público este viernes que investiga a una docena de futbolistas de la Serie A por haber participado en apuestas ilegales entre diciembre del 2021 y octubre del 2023. La noticia, avanzada por Corriere della Sera, ha saltado por los aires a raíz de la intervención de los teléfonos móviles de los futbolistas Sandro Tonali (Newcastle) y Nicolò Fagioli (Fiorentina), suspendidos entre 2023 y 2024 por su implicación en el juego a través de plataformas ilegales.
La investigación señala que ninguno de los involucrados participó en amaños de partidos
Las apuestas ilegales vuelven a ser noticia en el mundo de fútbol, con Italia de nuevo en el epicentro. La Fiscalía de Milán investiga una docena de futbolistas de la Serie A por haber participado en apuestas ilegales entre diciembre del 2021 y octubre del 2023. La noticia, avanzada por Corriere della Sera, ha saltado por los aires este viernes a raíz de la intervención de los teléfonos móviles de los futbolistas Sandro Tonali (Newcastle) y Nicolò Fagioli (Fiorentina), suspendidos entre 2023 y 2024 por su implicación en el juego a través de plataformas ilegales.
Entre los investigados, se encuentran futbolistas de renombre, como los argentinos Ángel Di María (futbolista del Benfica, ex del Real Madrid) y Leandro Paredes (Roma), los italianos Alessandro Florenzi (Milan) o Nicolò Zaniolo (Fiorentina) o el exlateral del Barça Junior Firpo, que en aquel momento ya era jugador del Leeds United. El hispano-dominicano es el único que no tiene ninguna relación con clubs italianos.
Los teléfonos de los futbolistas Tonali y Fagioli, suspendidos en el pasado, destapan el caso
Al parecer, ninguno de los involucrados participó en amaños de partidos, pues el objetivo, aseguran, no era enriquecerse, sino “llenar” su tiempo libre durante las concentraciones con sus respectivos equipos. Según las investigaciones, apostaban a otras disciplinas o jugaban al póquer a través de dos gestores de plataformas ilegales de apuestas en línea, asistidos por tres administradores de una joyería milanesa utilizada como banca para ocultar las elevadas transacciones relacionadas con el juego.
La Fiscalía ha incautado un millón y medio de euros y ha solicitado cinco solicitudes de arresto domiciliario.
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