El encargo para atentar contra Alejo Vidal-Quadras fue una respuesta a su actividad política en favor de la resistencia iraní, así como para avisar al Gobierno de España de que no debe dar cobijo al movimiento disidente que el régimen de los ayatolás califica como terroristas. Esta es la conclusión a la que ha llegado el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz después de 20 meses de investigación, que acaba de dar por finalizada con el procesamiento –por delitos de pertenencia a organización criminal y tentativa de asesinato terrorista– de los ochos presuntos miembros de la organización: entre ellos Sami Bekal, cerebro huido del ataque.
El atentado a Vidal-Quadras fue un toque para “no dar cobijo” a la resistencia iraní, según el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que ha procesado a los ocho implicados en el atentado
El encargo para atentar contra Alejo Vidal-Quadras fue una respuesta a su actividad política en favor de la resistencia iraní, así como para avisar al Gobierno de España de que no debe dar cobijo al movimiento disidente que el régimen de los ayatolás califica como terroristas. Esta es la conclusión a la que ha llegado el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz después de 20 meses de investigación, que acaba de dar por finalizada con el procesamiento –por delitos de pertenencia a organización criminal y tentativa de asesinato terrorista– de los ochos presuntos miembros de la organización: entre ellos Sami Bekal, cerebro huido del ataque.
La investigación del atentado no ha logrado situar la X más allá de Sami Bekal, a quien Teherán le ha dado resguardo, según fuentes policiales. En el auto de procesamiento, Pedraz explica que “personas no identificadas” encargaron a través de Bekal la realización de una “misión” que no era otra que matar al expresidente del Partido Popular en Catalunya. A partir de ahí, el instructor hace un detallado recorrido hasta el 9 de noviembre del 2023, mañana en la que Vidal-Quadras recibió un disparo a bocajarro a escasos metros de su vivienda en Madrid.
El primer paso para la realización del atentado consistió en traer a España a Mehrez Ayari, el sicario relacionado con la Mocro Mafia. Llegó el 26 de agosto a Barcelona con un billete adquirido por su hermano Larbi, también arrestado. Se desplazó a Málaga en avión donde lo esperaba el cerebro del plan. Otro de los arrestados, Nafis Din, se encargó de reservar un hotel en la Costa del Sol para que ambos se resguardaran mientras el plan iba tomando forma. Pedraz detalla desde la adquisición de la motocicleta con la que Ayari abordó a la víctima antes de dispararle hasta el alquiler de vehículos utilizados tanto para los dispositivos de vigilancia los días previos al ataque, pasando por la adquisición de las cámaras que fueron ocultadas en una caja de zapatos frente al domicilio de quien fuese uno de los fundadores de Vox.
Las reuniones de los miembros de la organización, antes de desplazarse a Madrid, tuvieron lugar en Granada y Málaga. El día, tal y como consta en el auto, que certificaron el domicilio de Vidal-Quadras fue el 29 de octubre del 2023. Ese día, después de que él mismo lo anunciara en redes sociales, acudió a la manifestación que se celebró en la plaza de Colón en contra de la amnistía a los líderes del procés que en aquellos momentos se estaba fraguando. El cerebro del plan, el sicario y Chahinez Kadid, también arrestado, lo estuvieron siguiendo. Ayari mandó un vídeo a su hermano en el que grababan a Vidal-Quadras protestando contra la amnistía. Una vez asegurado el domicilio, comenzaron las vigilancias los primeros días de noviembre.
Nafis Din Allouch, Sami Bekal, Larbi Ayari y Naraya Gómez se ocuparon de las tareas relacionadas con la adquisición del arma, según deja negro sobre blanco el juez Pedraz. Tuvieron problemas con una primera arma.
La mañana del 9 de noviembre, Gómez se reúne con el sicario a las 9.32 horas en un hotel de Fuenlabrada, al sur de la capital. Abandonan el hotel a las 10.10 horas, rumbo al domicilio del político. Lo siguió mientras Vidal-Quadras daba un paseo por El Retiro, hasta que a la vuelta de su domicilio le disparó en la cara. El autor material escapó en la motocicleta que conducía Gómez, a la que prendieron fuego con gasolina para cambiar a un coche con el que llegaron a Portugal. Para entonces, la comisaría general de información de la Policía Nacional ya estaba al frente de la investigación: las piezas fueron cayendo una a una.
Pedraz recoge en su auto que el 14 de noviembre, cinco días después del crimen, la agencia de noticias Fars –afiliada a los Guardianes de la Revolución iraníes– lanzó una advertencia al Gobierno de Pedro Sánchez donde se recogía que “todos los países que acogen a grupos terroristas [en referencia a la organización de los muyahidines del pueblo de Irán (MEK] tendrá graves consecuencias”. Algo que el magistrado de la Audiencia Nacional relaciona directamente con el atentado. Dicha advertencia, prosigue Pedraz, fue formulada subrayando que “el gobierno español haría mejor en no ser un actor en un escenario de la MEK (…) España debería saber que acoger a la MEK o jugar en su territorio tendría graves consecuencias para ella”.
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