Trump ordena al Pentágono reanudar “de inmediato” los ensayos nucleares para igualar a China y Rusia

Treinta y tres años después del último ensayo nuclear en Estados Unidos y una hora antes de reunirse con el líder de su potencia rival, Donald Trump ha anunciado el retorno del programa de testeo de armas nucleares para acercarse al nivel actual de China y Rusia. En una publicación en su plataforma, Truth Social, ha dicho que, “debido a los programas de pruebas de otros países, he ordenado al Departamento de Guerra que empiece a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Ese proceso comenzará de inmediato”.

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 El presidente da un giro marcado en la política nuclear estadounidense, tres décadas después de la última prueba nuclear  

Treinta y tres años después del último ensayo nuclear en Estados Unidos y una hora antes de reunirse con el líder de su potencia rival, Donald Trump ha anunciado el retorno del programa de testeo de armas nucleares para acercarse al nivel actual de China y Rusia. En una publicación en su plataforma, Truth Social, ha dicho que, “debido a los programas de pruebas de otros países, he ordenado al Departamento de Guerra que empiece a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Ese proceso comenzará de inmediato”.

“Estados Unidos tiene más armas nucleares que cualquier otro país”, ha afirmado el mandatario, a pesar de que en la actualidad Rusia posee el mayor número confirmado, con más de 5.500 ojivas, mientras que EE.UU. tiene 5.044, según la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares. “Esto se logró —incluyendo una renovación completa de las armas existentes— durante mi primer mandato. ¡Debido a su tremendo poder destructivo, odié hacerlo, pero no tuve otra opción! Rusia ocupa el segundo lugar, y China está muy por detrás, aunque alcanzará la paridad en cinco años”.

El presidente considera “inapropiado” el ensayo del Kremlin de un misil de crucero de propulsión nuclear

El momento de la publicación, a una hora de su encuentro en Busan (Corea del Sur) con el presidente de China, Xi Jinping, no es casual. Y tampoco lo es el momento histórico en el que se da este marcado giro en la política nuclear estadounidense. La última prueba nuclear en EE.UU. se realizó en 1992, poco antes de la moratoria del expresidente George H. W. Bush con la que puso fin a estos ensayos, al final de la Guerra Fría. Aquella prueba recibió el nombre en clave Divider y se produjo en lo que hoy se conoce como el Sitio Nacional de Seguridad de Nevada.

El mensaje de Trump llega el mismo día en el que el líder ruso, Vladimir Putin, ha anunciado que ha probado con éxito el Poseidón, un supertorpedo de propulsión nuclear que es capaz de devastar regiones costeras al provocar enormes marejadas radiactivas. Aunque no ha dado muchos detalles, se trata de la combinación entre un torpedo y un dron con capacidad nuclear. 

Trump, distanciado con el Kremlin por su negativa a un alto el fuego en Ucrania, ha calificado de “inapropiado” su lanzamiento, así como el ensayo de un misil de crucero de propulsión nuclear que probó Rusia la semana pasada. Sin embargo, Moscú no ha anunciado ninguna prueba de una bomba nuclear, como sí ha dicho Trump que volverá a hacer el Pentágono en el futuro próximo. 

Por su parte, China está ampliando a ritmo acelerado su arsenal nuclear, pero todavía está muy lejos del nivel de EE.UU. y Rusia y no ha realizado ningún ensayo de este tipo, al menos públicamente, desde 1996. Según datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz, ha pasado en un año de poseer 500 ojivas nucleares a 600. En su justificación para reanudar las pruebas nucleares, Trump ha dicho que China “alcanzará la paridad” con EE.UU. y Rusia “en cinco años”.

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