La breve guerra entre Irán e Israel no ha detenido la ofensiva en Gaza, donde la más de 870 personas han muerto en los 12 días que han durado los ataques persas, según las autoridades del enclave. A pesar de que el foco mediático se trasladó durante dos semanas a los impactos de los misiles en ciudades como Tel Aviv o Haifa, han continuado los bombardeos y los incidentes en las colas de distribución de la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), la organización respaldada por Estados Unidos y la única que tiene permitido operar en la Franja.
Las encuestas dan a su partido la victoria en unas hipotéticas elecciones
La breve guerra entre Irán e Israel no ha detenido la ofensiva en Gaza, donde la más de 870 personas han muerto en los 12 días que han durado los ataques persas, según las autoridades del enclave. A pesar de que el foco mediático se trasladó durante dos semanas a los impactos de los misiles en ciudades como Tel Aviv o Haifa, han continuado los bombardeos y los incidentes en las colas de distribución de la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), la organización respaldada por Estados Unidos y la única que tiene permitido operar en la Franja.
El jefe de UNRWA, Philippe Lazzarini, definió el sistema utilizado por GHF como “una abominación”: más de 400 palestinos han fallecido y 1.000 han resultado heridos en las aglomeraciones frente a los puntos de reparto de ayuda, muchos de ellos a causa de los disparos de los soldados israelíes. “El mecanismo de ayuda recién creado, mal llamado humanitario, es una abominación que humilla y degrada a personas desesperadas”, dijo el alto funcionario de Naciones Unidas en una rueda de prensa en Berlín. “Es una trampa mortal que cuesta más vidas de las que salva”.
Hamas asegura que las conversaciones para un alto el fuego no se han detenido por la guerra en Irán
El rápido alto el fuego con el régimen de los Ayatolás y la intervención estelar de Donald Trump, quien ordenó el bombardeo de tres instalaciones nucleares iraníes y supuestamente retrasado la amenaza existencial contra Israel, han dado aliento político a Beniamin Netanyahu. Justo antes del ataque preventivo a Irán, el primer ministro se enfrentaba a una moción de censura propuesta por el ala ultraortodoxa de la Knesset, a quienes les prometió garantizar la exención del servicio militar obligatorio a la comunidad religiosa.
Sin embargo, la guerra ha dado el vuelco a las encuestas, que menos de dos semanas después dan la victoria al Likud de Netanyahu si se celebraran hoy las elecciones. El estudio, realizado por el Canal 12 israelí, da 26 escaños a su partido y le convertiría en la primera fuerza de la cámara, lo que ha aumentado los rumores sobre elecciones anticipadas. Pero antes quiere poner fin a la ofensiva de Gaza, que ya dura más de 20 meses, con la ayuda de Arabia Saudí y Qatar como mediadores.
El príncipe saudí Mohamed Bin Salman, quien goza de excelentes relaciones con la Casa Blanca, estaría dispuesto a cerrar un acuerdo con Israel si termina la guerra en la Franja. Según apuntaba el diario Haaretz , Netanyahu estaría dispuesto a conformarse con la expulsión de los líderes de Hamas -aquellos que continúan con vida- de enclave, aunque mantendría el control de estratégico paso de Filadelfia en la frontera con Egipto.
Además, un responsable del grupo armado gazatí reveló ayer a la agencia AFP las conversaciones con los países árabes para alcanzar una nueva tregua no se han detenido durante la campaña iraní y que incluso se habían intensificado en las últimas horas. “Nuestros contactos con los hermanos mediadores egipcios y cataríes nunca se han interrumpido, y se han intensificado en las últimas horas”, declaró Taher al Nounou, alto responsable del movimiento islamista.
La opinión pública israelí demanda con urgencia el regreso de los 49 rehenes que aún quedan retenidos dentro de la Franja, aunque se calcula que sólo 22 continúan con vida. Una encuesta realizada por The Jerusalem Post sostiene que el 62% quiere que su gobierno alcance un acuerdo que garantice el regreso de los israelíes secuestrados el 7 de octubre.
El aumento de la presión sobre Netanyahu llega tras la jornada más mortífera para el Ejército israelí en Gaza desde el fin de la tregua el pasado enero, y el segundo en todo el conflicto. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), siete soldados murieron en el enclave palestino este martes, tres de ellos, miembros de un batallón de ingeniería de combate, a causa de un dispositivo explosivo colocado en el vehículo blindado en el que viajaban.
Netanyahu ve en la “victoria histórica” contra Irán -quienes también consideran que han salido ganando de la contienda- como un momento perfecto para garantizar su futuro en el poder. Los persas y su “Eje de la Resistencia”, formado por Hizbulah en Líbano, los hutíes de Yemen y las milicias islámicas iraquíes, han quedado, por el momento, incapacitados para realizar más acciones militares contra Israel y dar apoyo a Hamas. A pesar de ello, una mayoría de israelíes habría seguido con los ataques sobre Teherán, quien ha pasado a ser el gran enemigo de la nación. Sólo un 33% de los ciudadanos ve con buenos ojos las solución express de Trump. Un 52% hubiera preferido seguir con la rutina de las alarmas antiaéreas y ver caer al ayatolá Ali Jamenei. Pero eso son guerras del futuro
Internacional