El Ministerio alega que es para centrar sus esfuerzos en la ayuda a Valencia, pero los empresarios ya habían adelantado su rechazo Leer El Ministerio alega que es para centrar sus esfuerzos en la ayuda a Valencia, pero los empresarios ya habían adelantado su rechazo Leer
La negociación sobre la reducción de la jornada laboral que impulsa el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz no para de alargarse. Si la vicepresidenta dijo en un primer momento que la medida iba a quedar resuelta antes del verano, con o sin acuerdo con los empresarios, los plazos se han ido dilatando desde entonces, pero el nuevo «plazo máximo» que se habían trazado, el último, establecido para mañana lunes, también ha quedado de nuevo superado.
Tal y como ha confirmado este domingo el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, la cita prevista para este lunes, a la que se llegaba con el no por adelantado de la patronal, se ha aplazado.
«Hemos decidido suspender esa reunión porque ahora todos nuestros esfuerzos, los del Gobierno, los del ministerio, pero también los de los interlocutores sociales están centrados en salvar la situación que se ha producido en Valencia», ha explicado Pérez Rey en los micrófonos de RNE.
El plazo del mañana, 11 de noviembre, lo había marcado el propio Ejecutivo la semana pasada con el fin de cerrar ya este capítulo del diálogo social. «Habrá un sí o un no definitivo», avanzaron. Sin embargo, CEOE y Cepyme ya dejaron clara la semana pasada que lo ofrecido por el Gobierno sigue siendo inaceptable para las empresas, por lo que la cita de mañana, en la que se pretende reducir la jornada de 40 a 37,5 horas por ley, parecía tener el final escrito de antemano.
Pese a que el secretario de Estado aduce que los motivos para retrasar este encuentro son para centrar sus esfuerzos en la ayuda a la Comunidad Valenciana -hoy mismo está previsto aprobar un segundo paquete de medidas en un consejo extraordinario-, lo cierto es que Pérez Rey ha querido también lanzar un recado a los empresarios, cuyas patronales, a sus ojos, «no están representando adecuadamente los intereses de las empresas de este país sino que están jugando a la política». «Este veto es más ideológico que real», apuntó.
«Si no quieren quedarse fuera de lo que va a ser una de las reformas laborales más importantes de nuestra historia, creo que deberían defender realmente los intereses de las empresas y dejarse de posiciones ideológicas, políticas», ha concluido Pérez Rey en unas declaraciones recogidas por la agencia Europa Press.
En la última reunión celebrada, en la que se trazó la mencionada fecha límite de mañana, Trabajo puso sobre la mesa nuevas medidas para intentar atraer al acuerdo a los empresarios, aunque eran las que ya había anunciado previamente, para facilitar la transición de esta reducción de jornada en las pequeñas y medianas empresas.
En concreto, el Gobierno ofrecía ayudas directas por un importe global de hasta 375 millones de euros dirigida a las pymes de menos de cinco trabajadores de los sectores de hostelería, comercio, agricultura, limpieza y peluquerías. Planteaba introducir dos nuevos programas de ayudas, que vendrían a ser una especie de extensión del Kit Digital y el Kit Consulting. El Ministerio condicionaba estas ayudas, de hasta 6.000 euros por microempresa, a que las microempresas mantuvieran el nivel y la calidad del empleo existente en la empresa durante tres años.
Estas ayudas se sumaban a otras medidas planteadas por Trabajo, como el llamado ‘Plan Pyme 375’, dirigido a empresas de menos de diez trabajadores, en el que figuran medidas de asesoramiento y bonificaciones a la creación de empleo fijo y a la conversión de contratos a tiempo parcial en contratos a tiempo completo que se deriven de la reducción de la jornada.
Estas bonificaciones, cuyo diseño aún está por definir, podrían ir desde el 20% al 100% de las cotizaciones empresariales y ser mayores para la contratación de jóvenes y mujeres.
El Ministerio había llegado a decir que todas estas ayudas se eliminarían del texto si los empresarios no lo respaldaban, así que ahora está por ver qué ocurre cuando se reprograme la reunión, una vez que CEOE y Cepyme, ya han dejado claro que no firmarán el acuerdo.
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