Mientras la Unión Europea se esfuerza en repetir sus llamamientos a la desescalada en el conflicto entre Irán e Israel, la OTAN se coloca estratégicamente del lado de su principal activo. En La Haya, y antes del ataque de Irán sobre las bases estadounidenses, el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, se ha resistido a criticar la entrada en la guerra de Estados Unidos con el pretexto de acabar con el programa nuclear iraní.
La OTAN respalda a Trump: “Irán no debe desarrollar el arma nuclear”
Mientras la Unión Europea se esfuerza en repetir sus llamamientos a la desescalada en el conflicto entre Irán e Israel, la OTAN se coloca estratégicamente del lado de su principal activo. En La Haya, y antes del ataque de Irán sobre las bases estadounidenses, el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, se ha resistido a criticar la entrada en la guerra de Estados Unidos con el pretexto de acabar con el programa nuclear iraní.
“No estoy de acuerdo en decir que lo que ha hecho Estados Unidos esté en contra del Derecho Internacional”, ha asegurado el exprimer ministro neerlandés, preguntado por la legalidad del ataque contra las principales instalaciones atómicas iraníes, en la rueda de prensa previa a la cumbre de líderes de la Alianza que se celebra este martes y miércoles en su ciudad natal.
El líder de los aliados recuerda que Irán envía drones a Rusia para el conflicto ucraniano
En la misma respuesta, el secretario general sostuvo que su “mayor temor” sería que Irán poseyera y pudiera desplegar un arma nuclear. “Sería un yugo para Israel, para toda la región y para otras partes del mundo. Y por eso la OTAN ha dicho que Irán no debe tener en sus manos un arma nuclear”, continuó. Sin embargo, preguntado por si tiene información fiable sobre si Estados Unidos ha logrado su objetivo de destruir todas las instalaciones nucleares iraníes, no quiso revelar datos nuevos.
No es una sorpresa que Rutte, cuya principal misión es mantener a la Casa Blanca de Donald Trump comprometida con la Alianza y la seguridad del continente europeo, respalde en público a Trump. Ya protagonizó un incómodo episodio en el Despacho Oval al callar cuando el republicano insistía en anexionarse Groenlandia, pese a que Dinamarca es otro socio de la OTAN.
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La implicación del Pentágono en el conflicto iraní amenaza con protagonizar la cumbre de la OTAN en La Haya, que hasta ahora estaba centrada exclusivamente en que Trump pudiera volver a casa con su compromiso de que todos los aliados –con el permiso de España– gastarán, como él impone, un 5% de su Producto Interior Bruto (PIB) en defensa. Este lunes todavía no estaba claro cuánto iba a girar en torno a la crisis abierta en Oriente Medio, y más después de que el magnate haya especulado con un cambio de régimen en Teherán, un mensaje que choca directamente con el argumento de que la intervención estadounidense se limita a la destrucción de las instalaciones nucleares con potencial para fabricar una bomba atómica.
La cuestión ucraniana, después de este ataque, puede quedar relegada a un segundo plano, como ya estaba claro después de que la participación del presidente Volodímir Zelenski se limite solo a la cena protocolaria que ofrecerán este martes por la noche los reyes de Países Bajos, a diferencia de las dos últimas ocasiones.
Kallas advierte a Teherán que cerrar el estrecho de Ormuz sería “extremadamente peligroso”
En la rueda de prensa, Rutte también vinculó al régimen de los ayatolás con el conflicto ucraniano al recordar que Irán suministra drones a Rusia para que los utilice en la invasión. “Los drones iraníes matan cada día a ucranianos inocentes, sin ningún respeto por la vida humana”, declaró en vísperas de la cumbre. “Hay también una estrecha conexión entre Irán, Corea del Norte, Bielorrusia, China, pero también Irán con Rusia cuando se trata de la guerra en Ucrania, así que sin duda surgirá en los debates”, comentó.
La jornada previa a la reunión atlántica ha encontrado a los ministros de Exteriores de la Unión Europea juntos en Bruselas. Allí, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, insistió a todas las partes a que reanuden las conversaciones diplomáticas y lanzó un aviso a Irán al decir que su amenaza de cerrar el estrecho de Ormuz, clave para el comercio de petróleo, sería “extremadamente peligroso”.
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