Raúl Quinto gana el Premio Nacional de Narrativa por su crónica de la Gran Redada que quiso exterminar a los gitanos españoles

‘Martinete del rey sombra’ es la obra elegida por el Ministerio de Cultura para un galardón dotado con 30.000 euros. Leer ‘Martinete del rey sombra’ es la obra elegida por el Ministerio de Cultura para un galardón dotado con 30.000 euros. Leer  

El novelista cartagenero Raúl Quinto ha recibido el Premio Nacional de Narrativa de 2024 que concede el Ministerio de Cultura gracias a su novela Martinete del rey sombra, editada por Jekyll & Jill. El fallo ha destacado la obra del autor «por ser una propuesta brillante que, situándose en la frontera entre géneros, crea un original ensayo novelado de interpretación histórica. Con un estilo rico en matices, pródigo en metáforas y magníficas descripciones, Raúl Quinto presenta un retrato vigoroso de época en el que disecciona de manera acertada las prácticas, los conflictos y los ritos del Estado del Antiguo Régimen y del intento de exterminio de una minoría como el pueblo gitano».

Martinete del rey sombra es, según el fallo, «una novela redonda, de gran esfuerzo estilístico y fascinantes juegos de perspectivas que arroja luz sobre una parte silenciada y bastante desconocida de la historia de España». En sus páginas, Quinto, narra la historia de la Gran Redada, un proyecto fallido de exterminio del pueblo gitano, conocido oficialmente como Prisión general de gitanos, que comenzó el 30 de julio de 1749, bajo el reinado de Fernando VI. Las autoridades arrancaron a sus víctimas de sus casas en batidas nocturnas y durante 18 años -hasta que les concedieron finalmente el indulto- convirtieron en mano de obra forzada a todos «los hombres mayores de siete años», con orden de prisión general, y los separaron de sus mujeres y sus niños más pequeños, quienes fueron llevados a casas de misericordia para que no pudieran volver a reproducirse. Muchas de esas familias no volvieron a verse nunca más. La primera noche fueron apresadas 2.000 personas, y en días sucesivos otras 7.000.

«Soy profesor, doy clase de Historia en un Instituto. En Segundo de Bachillerato estudiamos el siglo XVIII y damos mil veces el Marques de la Ensenada pero nunca aparece la Gran Redada. ¿Por qué? Yo mismo tenía una idea sólo vaga de que aquello había existido, hasta que me llegó una revista profesional en 2017 con un artículo sobre la persecución a los gitanos en España», explica Quinto a EL MUNDO. En esa revelación encontró el autor el tema para su novela, el tema histórico y el intelectual. «¿Cómo se construye la memoria? Y, sobre todo, ¿Cómo se construye el olvido? En el caso de los gitanos, hay una respuesta obvia. La historia de los gitanos la han contado, hasta hace muy poco, los no gitanos. Ahora ya hay estudios muy completos pero pensé que aún hacía falta llevar esta historia al campo del arte e intentar crear una emoción».

Martinete del rey sombra también explica en términos racionales aquella historia negra. ¿Qué lógica tuvo la Gran Redada para el Estado? «Por un lado, había un gran proyecto de modernización de la Armada. La Gran Redada fue la manera de llevar a los astilleros a mano de obra muy barata. Por el otro lado, en España había una tradición de persecución a los gitanos. Desde 1499 hubo 250 leyes de represión. Se llegó a prohibir el uso de la palabra gitano. Fue una construcción de la otredad brutal«.

Tanto es así que la sociedad ilustrada de la época no se preguntó si una política así era algo vergonzante. Entre los gitanos hubo muchos casos de resistencia, «porque la historia de los gitanos es una historia de resistencia. La prueba es que siguen aquí», pero la política de trabajos forzados se murió con el cambio de rey (Carlos III sustituyó a su hermano Fernando), un poco por conveniencia y un poco por olvido. Las políticas contra los gitanos reaparecerían poco después.

«Soy un escritor que va, a menudo, por el alambre», cuenta Quinto. «Eso implica dudar mucho de lo que escribo, de si puede conectar con alguien. Mis editores fueron un gran apoyo. Ahora, el premio confirma que el libro ha encontrado a sus lectores por el boca a oreja, que ha hecho una historia bonita».

Raúl Quinto (1978) es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Granada y vive en Almería. Ha escrito libros de poemas como La piel del vigilante (DVD, 2005), La flor de la tortura (Renacimiento, 2008), Ruido blanco (La Bella Varsovia, 2012), La lengua rota (La Bella Varsovia, 2019) o el cuaderno Sola (La Bella Varsovia, 2020). También ha publicado libros de narrativa híbrida como Idioteca, Yosotros (Caballo de Troya, 2015) e Hijo (La Bella Varsovia, 2017). La canción de NOF4, su anterior nobvela, también publicada por Jekyll & Jill, contaba la historia real de un hombre trastornado y aislado del mundo. Quinto también es uno de los coordinadores de la Facultad de Poesía José Ángel Valente y ha colaborado como crítico en publicaciones como la revista Quimera.

El premio, que está dotado con 30.000 euros, reconoció en su pasada edición a Pilar Adón, y tiene en su palmarés reciente a Marilar Aleixandre, Xesús Fraga, Juan Bonilla, Cristina Morales, Almudena Grandes, Fernando Aramburu y Cristina Fernández Cubas, entre otros.

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