El presidente de Junts, Carles Puigdemont, considera la amnistía como una “conquista” que el independentismo ha “arrancado a regañadientes” al Estado, y que revierte “gran parte de la represión”, pero sin embargo ”no es suficiente” para resolver el conflicto político.
El líder de Junts celebra que la ley revierte “gran parte de la represión”, pero “no es suficiente” para resolver el conflicto político
El presidente de Junts, Carles Puigdemont, considera la amnistía como una “conquista” que el independentismo ha “arrancado a regañadientes” al Estado, y que revierte “gran parte de la represión”, pero sin embargo ”no es suficiente” para resolver el conflicto político.
“No cierra ninguna crisis”, sino que “abre una profunda porque una ley aprobada y constitucional no es aplicada”, valora en un mensaje difundido en las redes sociales al día siguiente de conocerse el fallo del TC a favor de la constitucionalidad de la norma.
Puigdemont también avisa en ese mensaje de que “el margen prevaricador del Supremo se va estrechando”, y que “cada vez que fuerzan las costuras del Estado de derecho, la grieta se va haciendo mayor hasta el punto de hacerla insostenible”.
El líder de Junts advierte de que “el margen prevaricador del Supremo se va estrechando”
El líder de Junts subraya que la amnistía es una decisión tomada allí donde los Estados de derecho toman las decisiones: en el parlamento y no en los tribunales. “Ningún partido español la quería, tampoco el actual presidente de la Generalitat”, remarca, pero “es una conquista que el independentismo ha arrancado a regañadientes de España”.
El posconvergente también resalta que aunque el TC ha decidido que la amnistía es “perfectamente legal”, a los jueces del Tribunal Supremo la ley “no les gusta” y han decidido “no aplicarla”. En consecuencia, “estamos frente a otra muestra de la estafa del régimen monárquico del Estado”, sostiene.
La amnistía es un componente “necesario pero no suficiente” para resolver el conflicto político porque, si bien revierte gran parte de la “represión”, por el contrario “no cierra ninguna crisis”, sino que “abre una profunda porque una ley aprobada y constitucional no es aplicada”, insiste.
En este sentido, Puigdemont recuerda que aunque la norma ya ha beneficiado a cientos de familias de “represaliados”, todavía quedan algunos pendientes.
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