Arriesgar en televisión no es sencillo. No hay fórmula segura para asegurar el éxito de un programa, y lo que parece una apuesta ganadora a veces resulta en fracaso estrepitoso. Esto lo saben muy bien quienes se enfrentan cada día a intentar convencer a la audiencia. En este juego de incertidumbres, pocos formatos han logrado el éxito tan rotundo como MasterChef en España.
El cocinero ha reconocido que la labor de la presentadora en los primeros años del concurso fue esencial
Arriesgar en televisión no es sencillo. No hay fórmula segura para asegurar el éxito de un programa, y lo que parece una apuesta ganadora a veces resulta en fracaso estrepitoso. Esto lo saben muy bien quienes se enfrentan cada día a intentar convencer a la audiencia. En este juego de incertidumbres, pocos formatos han logrado el éxito tan rotundo como MasterChef en España.
Pero detrás de este triunfo hubo una figura clave que no fue ningún chef, sino Eva González, que entre 2013 y 2018 aportó su profesionalidad y su rostro familiar para darle al programa el empuje que necesitaba en sus primeros años en TVE.
Según recuerda el cocinero Pepe Rodríguez en el podcast La Escalera Roja, la elección de Eva González no fue casual. “¿Por qué entra Eva a MasterChef? Porque no se fiaban de nosotros”, comenta con ironía el chef manchego. En ese momento, tanto Pepe como sus compañeros de jurado, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera, eran reputados cocineros, pero el público no los conocía.
Por lo tanto, la productora necesitaba de alguien que pudiera suplir con garantías esta importante carencia. Así, con la intención de asegurar que el concurso culinario tuviera tirón, el carisma de Eva González fue el ingrediente que convenció al ente público para apostar por el formato.
La figura de la presentadora dejó de ser necesaria
Con Eva al frente, MasterChef no solo conquistó a la audiencia, sino que se consolidó como un fenómeno que no tardaría en generar versiones especiales como MasterChef Junior y MasterChef Celebrity. Durante esos cinco años, Eva González aportó cercanía y dinamismo, mientras los tres jueces iban ganando confianza ante las cámaras.“Si te fijas, el único MasterChef en el que hay presentador es en el de aquí”, matizó el propietario de El Bohío.
Fue en 2018 cuando Eva tomó la decisión de dejar MasterChef para unirse a La Voz en Antena 3, una decisión que coincidió con un cambio importante en la dinámica del concurso de cocina. Para entonces, tanto Pepe, Jordi como Samantha se habían convertido en referentes por sí mismos. “Aprendimos a hacer la presentación del programa y Eva González, ella misma, se dio cuenta de que tirábamos solos”, reconoció Pepe.
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