Orbio: la IA filtra y el reclutador acierta

Tres emprendedores con mucha experiencia previa en Colvin, Cobee y Nucoro se lanzan a la creación de agentes autónomos entrenados para hacer una primera selección de candidatos en sectores con una enorme rotación de plantilla Leer Tres emprendedores con mucha experiencia previa en Colvin, Cobee y Nucoro se lanzan a la creación de agentes autónomos entrenados para hacer una primera selección de candidatos en sectores con una enorme rotación de plantilla Leer  

No existen los sectores sin competencia ni las ideas rabiosamente originales. El vertical de los recursos humanos no es una excepción a esta premisa. España cuenta en la categoría con un unicornio, Factorial, organización muy ducha en el levantamiento de capital a la que se opone otra referencia, Sesame HR, donde la dilución ha sido menor aun con ingresos también buenos. Ambas son la flor y nata del país, pero no abordan como núcleo del negocio la captación de talento. En ese nicho dentro del nicho existen startups como Talent Clue y TalentFY (las dos de Barcelona), con planteamientos más transversales de reclutamiento, y plataformas como Shakers (Madrid), destinadas a conectar a organizaciones con equipos freelance. La última adición a la lista se llama Orbio, se asienta en la capital catalana y viene avalada por la experiencia de sus tres fundadores.

Sergi Bastardas, el CEO, fue uno de los promotores de Colvin, firma que conecta a productores, floristas y cliente final y en la que mantiene una cuota del capital, pero donde ya no está implicado en tareas de dirección. Nacho Travesí procede de Cobee, herramienta que unifica en un solo repositorio todos los beneficios que la empresa ofrece a sus plantillas. Y Antonio Melé es uno de los propulsores de Nucoro, plataforma de gestión patrimonial para instituciones financieras comprada por Backbase. Juntos ponen sobre la mesa Orbio con la intención de descargar del tedio administrativo a los departamentos de recursos humanos adscritos a empresas de gran tamaño. «Esas divisiones invierten demasiado tiempo entre documentos y no disponen de suficientes datos para tomar buenas decisiones. Este déficit es especialmente sensible en sectores como retail, healthcare y hospitality (turismo, restauración), donde hay muchos trabajadores y muchísima rotación (hasta un 30% en los casos más graves). Aquí se identifican claramente dificultades para fichar, para retener el talento, para saber por qué alguien se marcha o para hacer un onboarding ágil y eficaz», explica Bastardas.

Orbio todavía no factura ni ha anunciado ronda alguna de inversión. Tampoco detalla su listado de clientes. Bastardas siente en sus carnes algo que ya conocía: la realidad del emprendedor polifacético, apagafuegos y maratoniano común en las fases tempranas de cualquier startup. Esta vez la atmósfera viene barnizada de galones, tantos, de hecho, que el tridente Bastardas-Travesí-Melé se muestra confiado con la propuesta, muy en la línea del guión que se escribe en la vanguardia tecnológica tras la oleada de ChatGPT. Lo siguiente -se ha pronosticado en estas páginas- son los agentes autónomos. «La inteligencia artificial tiene el poder de transformar aquellas industrias donde los datos residen en documentos, textos y conversaciones. Orbio lo aprovecha para crear agentes virtuales capaces de filtrar a los candidatos e incluso hacer una primera entrevista, aunque es importante matizar que el humano siempre conserva el control. La IA, simplemente, trabaja a su favor». La guinda de esta parte del negocio, o el toque más cálido pese a provenir de la máquina, es que también se facilita a quien echa el currículum que sepa del proceso incluso si termina siendo descartado. Ahí inserta el CEO su segundo matiz: los agentes de Orbio ni fichan ni rechazan.

El segundo plano operativo aborda la esfera documental. El currículo recibido se procesa y estructura. Si falta algo de información, el agente la requiere al candidato. También se allana el camino en los procesos de bienvenida y aterrizaje de los nuevos empleados, se lubrica la entrega del material acreditativo e incluso se chequea el pasado profesional para comprobar que lo descrito oficialmente y lo vivido efectivamente encajan. «Es pronto para ofrecer detalles, pero ya colaboramos con varias empresas de miles de empleados en uno o dos de los países donde operan y sabiendo que están presentes en sesenta o setenta», detalla Bastardas refiriéndose al filón de la escalabilidad.

«En la supervisión tampoco entramos -advierte el emprendedor catalán-. Permitimos que la organización interactúe con candidatos a mucha mayor escala y le ayudamos a entender por qué se van sus trabajadores». Entre los factores que incitan a la fuga están los salarios superiores de la competencia, las escasas posibilidades de promocionar, la rigidez de los horarios y la distancia que hay que recorrer para saltar del lugar de residencia al lugar de trabajo. «Hasta ahora existían los repositorios para nutrir al sistema con datos que podían consultarse después; con los agentes autónomos esos sistemas son ya de acción y están disponibles 24 horas al día y siete días a la semana. Nuestro planteamiento consiste en crear toda una red de agentes que interactúen entre sí y se retroalimenten. Si tu problema es la rotación, esos agentes permitirán que el departamento de RRHH afine con los fichajes y las piezas encajen de verdad. La productividad va a multiplicarse gracias a este match».

Orbio combina diferentes LLMs (grandes modelos de lenguaje) y coloca encima su capa de software. «Recurrimos a esa mezcla de modelos porque unas veces necesitamos más capas para entender los datos, otras el foco está en la conversación y en otros escenarios se trata de generar una experiencia sin fisuras a través de diferentes dispositivos. La nuestra es una arquitectura de captación de información y de adaptación a diversos canales. Además, nos aseguramos de que la interacción entre la máquina y el candidato sea redonda, hasta el punto de que el agente es capaz de retomar y recordar una conversación previa. Estás hablando con una IA y su misión está clara: comprender lo que le dices para determinar si el perfil cuadra. Si es así, un humano lo revisará todo después». Tal vez la IA no sea la mejor amiga del hombre, pero desde luego es la mejor aliada de esos reclutadores alérgicos a perderse en un océano de currículums.

 Actualidad Económica // elmundo

Noticias Similares

  • Hipotecas en julio: cómo conseguir las mejores condiciones con el banco

  • La casa de ultralujo de Aston Martin en Tokio: la tercera dimensión

  • Las oficinas contraatacan desde el corazón de las empresas

  • Tradición reinterpretada