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Pagar el alquiler sin discusiones, domiciliar los recibos de la casa y ahorrar para objetivos comunes sin mezclar del todo el resto de las finanzas: eso es lo que resuelve, cuando se usa bien, una cuenta compartida. Desde el comparador financiero HelpMyCash, han realizado una radiografía las opciones más sólidas del mercado: qué ofrecen, cuántos titulares admiten, qué tarjetas incluyen y qué letra pequeña conviene mirar antes de firmar.
La cuenta corriente de imagin es gratuita, se abre y gestiona desde el móvil y, sobre todo, permite hasta cinco titulares con tarjeta de débito sin coste para cada uno. Es una combinación difícil de encontrar: además de Bizum y transferencias sin comisión, su tarjeta destaca para viajar —sacar efectivo y pagar en otras divisas sin recargos—, lo que la convierte en una candidata natural para parejas que hacen escapadas.
La Cuenta Online de BBVA sigue siendo una opción sin comisiones ni condiciones, contratación 100% digital y hasta dos titulares con tarjeta Aqua Débito (CVV dinámico) para cada uno. La novedad es la promoción de hasta 760 euros el primer año: 400 € por domiciliar nómina o pensión de al menos 800 €, 120 € por Bizum, 120 € por pagos con tarjeta y 120 € por recibos; hay que introducir el código PLAN760 durante el alta digital y es válida hasta el 30 de septiembre de 2025. «Los abonos se pagan mes a mes según lo que cumplas y sin permanencia: si un mes no alcanzas algún tramo, simplemente no lo cobras; la oferta es solo para nuevos clientes», explican desde HelpMyCash.
Con ING, la Cuenta NoCuentaes gratuita y no exige nómina. Incluye seguro de compras online, Bizum y transferencias que llegan en el día. Admite dos titulares y entrega tarjetas virtuales (se añaden a Apple Pay o Google Pay para pagar o sacar efectivo con el móvil). Para quien prefiera tarjeta física estándar, no es la elección más cómoda; para hogares que viven en el móvil, sí.
La Cuenta Clara de ABANCAelimina comisiones y no impone condiciones de uso para abrirla, pero su gran gancho es el regalo de hasta 1.000 euros cuando ambos titulares domicilian una nómina o pensión de al menos 1.200 euros al mes. Permite dos titulares y entrega tarjeta de débito a cada uno. Es, por tanto, una opción orientada a parejas con ingresos estables que quieran monetizar el alta. Eso sí, exige una permanencia mínima de 24 meses.
Revolut plantea su Cuenta Conjunta sin comisiones de mantenimiento ni nómina. Para abrirla, primero hay que tener una cuenta individual —el plan estándar es gratuito— y, a partir de ahí, se crea la compartida. Dos titulares, tarjeta para cada uno, transferencias inmediatas y operaciones en moneda extranjera con buen tipo de cambio dentro de los límites del plan. Ideal para perfiles 100% digitales y para quienes viajan a menudo.
Cada vez más bancos permiten alta 100% online: cada titular completa su solicitud, verifica su identidad (selfie, videollamada o IBAN de otra cuenta) y firma digitalmente el contrato. Cuando una entidad no lo admite, hay que acudir todos los cotitulares a la oficina. Antes de cerrar el proceso, conviene revisar número máximo de titulares, política de tarjetas y posibles requisitos promocionales (si hay intereses o regalos), porque ahí se concentran las diferencias de coste real.
Una cuenta conjunta no es para todo el mundo. Si uno de los cotitulares arrastra deudas o si hay falta de confianza en la gestión, abrirla puede ser fuente de conflictos: en ese caso, mejor usar apps de reparto de gastos y mantener cada cuenta por separado. Funcionan especialmente bien cuando se adoptan reglas claras: mantener una única cuenta compartida para los pagos comunes y que cada persona conserve su cuenta individual para ingresos y gastos propios; realizar una aportación fija al inicio del mes; y revisar movimientos periódicamente para ajustar lo que haga falta.
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