María del Monte vuelve a vivir su particular pesadilla sobre raíles. La cantante y colaboradora de Y ahora Sonsoles se quedó atrapada en un tren AVE Madrid-Sevilla durante más de nueve horas, en plena operación salida y con 10.000 pasajeros afectados por las averías. Pero lo que nunca imaginó es que, en ese mismo vagón, también iba el primer ministro de Camerún, que se dirigía a la cumbre de la ONU.
La artista vuelve a quedarse tirada en el AVE Madrid-Sevilla y denuncia la “indecente” falta de información mientras viajaba, nada menos, que con el primer ministro de Camerún, rumbo a la cumbre de la ONU
María del Monte vuelve a vivir su particular pesadilla sobre raíles. La cantante y colaboradora de Y ahora Sonsoles se quedó atrapada en un tren AVE Madrid-Sevilla durante más de nueve horas, en plena operación salida y con 10.000 pasajeros afectados por las averías. Pero lo que nunca imaginó es que, en ese mismo vagón, también iba el primer ministro de Camerún, que se dirigía a la cumbre de la ONU.
“No entiendo cómo puede ser. Lo meten a las diez de la noche en un tren y lo bajan a las cinco de la mañana… Este señor pensaría: qué lejos está Sevilla”, contó María entre resignación e incredulidad.

Atresmedia
La situación se tornó surrealista. La presencia de seguridad era evidente. “Venía escoltado, con su intérprete y con muchísima gente. Estaba blindado, lógico”, explicó. Pero ni siquiera el rango diplomático salvó al mandatario africano de sufrir la misma odisea que el resto de viajeros.
Con su habitual humor andaluz, María resumió el despropósito de la jornada con una frase que ya es historia del programa: “Salí en junio y llegué en julio”. Lo cierto es que el tren que debía salir a las 20:00 no arrancó hasta las 12 de la mañana del día siguiente.
Salí en junio y llegué en julio”
María del Monte
“No entiendo por qué nos embarcaron a las diez de la noche. Nos metieron dentro sin ninguna información. Todo el rato era ‘en breve’, ‘en breve’, pero nadie sabía nada”, lamentó. Y añade: “Si a ti te dicen que el tren sale dentro de seis horas, tú te organizas. Lo peor es la incertidumbre, no saber nada”.
Afortunadamente, su tren fue de los menos perjudicados dentro del caos general. “Como estábamos en la estación, no faltó ni agua ni comida. Abrían las puertas, podías bajar… Pero los que estaban tirados en mitad del campo, esos lo pasaron peor”.
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María no se explica cómo una avería puede paralizar medio país. “Un fallo lo puede tener cualquiera, pero cuando se convierte en reincidencia ya hay que pedir responsabilidades”, reivindicó. Y aprovechó para mandar un mensaje claro: “España no puede moverse así. O mejor dicho, no puede paralizarse así”.
Bromea, sí, pero con un fondo de verdad incontestable: “A partir de ahora me van a llamar mis amigos para pedirme mi agenda y saber qué días no coger el AVE, porque esto ya es de traca”.
¿Mala suerte?
La gafe oficial del programa
No es la primera vez que le pasa. Durante el gran apagón de hace unos meses, también quedó atrapada nueve horas en un tren. Y por si fuera poco, la semana pasada se cruzó en otro trayecto con el mismo pasajero y la misma sobrecargo del día del apagón. “Nos miramos y dijimos: ¿qué hacemos? ¿Nos subimos o nos bajamos?”, relató entre risas.
¿Gafe? Ella lo niega rotundamente: “Yo no creo en esas cosas… Pero empieza a ser ya indecente”.
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