Los militares toman el mando en Madagascar tras la revuelta ‘Gen Z’

“Hemos tomado el poder”. El mensaje, que sonó esta mañana en la radio nacional de Madagascar, confirmó el desenlace que flotaba en el ambiente en los últimos días: golpe de estado en la mayor isla de África y adiós a la era del presidente, Andry Rajoelina.

Seguir leyendo…

 Los militares confirman en la radio nacional el golpe de estado y el fin del mandato de Andry Rajoelina  

“Hemos tomado el poder”. El mensaje, que sonó esta mañana en la radio nacional de Madagascar, confirmó el desenlace que flotaba en el ambiente en los últimos días: golpe de estado en la mayor isla de África y adiós a la era del presidente, Andy Rajoelina.

Las palabras del final político del mandatario de 51 años las pronunció el coronel Michael Randrianirina, líder de una poderosa unidad militar de élite que el sábado se negó a continuar disparando a los manifestantes y se unió a las protestas de la Gen-Z, como se denominan los jóvenes que llaman a la revuelta popular desde el pasado 25 de septiembre, hartos de la ineficiencia política y la crisis social.

Los jóvenes, hartos de los cortes de luz y la corrupción, han provocado el fin del presidente Rajoelina

Randrianirina, quien ayer ya avisó de que iba a tomar el poder ante una muchedumbre enfervorecida que exigía la dimisión del presidente, anunció hoytambién la disolución de todas las instituciones excepto la cámara baja del parlamento y la Asamblea Nacional, que votó por destituir al mandatario malgache minutos antes de su intervención. Por su parte, Rajoelina, quien intervino desde un lugar desconocido tras huir del país el pasado domingo con la ayuda de Francia, trató sin éxito de disolver la asamblea por decreto y negó que aceptara su salida del cargo.

En la raíz del golpe, pese a su desenlace militar, está el movimiento civil denominado Gen-Z que, como en Marruecos o Nepal, está formado por una generación de jóvenes que, azotados por la falta de futuro, cuestionan el status quo y rechazan la corrupción de las élites o la ineficacia de las instituciones.

En Madagascar, donde la media de edad es de menos de 20 años, miles de jóvenes sin un líder claro y organizados a través de las redes sociales, protagonizaban marchas pacíficas denominadas “Leo Délestage” (Hartos con los cortes de electricidad) para protestar por los fallos en los suministros de luz y el agua, pero también por las altas tasas de desempleo, la corrupción y el aumento del coste de vida. El malestar con el gobierno, sumado a los estragos del cambio climático, que golpea especialmente a una población mayoritariamente rural y que se ha multiplicado por cinco desde la independencia (de 6 a 32 millones de habitantes), ha dejado en una situación crítica a gran parte de la población. La indignación aumenta porque Madagascar, pese a ser una tierra rica en recursos como minerales, madera o vainilla, es uno de los países más pobres del mundo, con el 70% de su población por debajo del umbral de la pobreza.

La brutal represión policial a las manifestaciones, que dejó 22 muertos, prendió todavía más una llama que, con la intervención de los uniformados, ha acabado por quemar definitivamente a Rajoelina.

Pese a los intentos desesperados ayer de la Unión Africana y del presidente francés, Emmanuel Macron, para que se respetara el orden constitucional, la huida del país de Rajoelina llevó a un punto sin retorno la situación en la isla.

En realidad, la historia se repite en Madagascar. En el año 2009, la unidad militar que tomó ayer el mando, Capsat (Cuerpo de Administración de Personal y Servicios del Ejército de Tierra), participó en el golpe que derrocó al entonces presidente, Marc Ravalomanana, y que permitió el ascenso precisamente de Rajoelina. Ayer, quienes le auparon al poder por la fuerza fueron quienes firmaron su adiós.

 Internacional

Noticias Similares