Los bomberos forestales denuncian la falta de efectivos y material para afrontar los incendios durante el verano: «Algunos vehículos han llegado a estar sin la ITV»

Además, solicitan formación para aquellos que se incorporan en las extinciones y piden una planificación de prevención más rigurosa de las zonas naturales Leer Además, solicitan formación para aquellos que se incorporan en las extinciones y piden una planificación de prevención más rigurosa de las zonas naturales Leer  

Con la llegada del verano y la subida de las temperaturas, España afronta el reto de combatir, como cada año, los frecuentes incendios forestales. La campaña estatal de prevención y extinción de incendios de este año se adelantó 15 días con respecto a la fecha habitual del 15 de junio y comenzó, en su lugar, el primer día del mes, un cambio aprobado debido a las condiciones meteorológicas con altas temperaturas y elevada humedad en la vegetación. Y, según advierten los propios bomberos forestales, se hace además con una preocupante falta de medios y personal en las zonas afectadas. «Nos enfrentamos a un mes de junio con unas temperaturas muy elevadas con 11.000 hectáreas ya quemadas. En julio, veremos», avisa Elena Moral, portavoz de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

«Año tras año, la historia se repite. Llega la campaña estival, que en algunas comunidades se activa en mayo y otras en junio, según las temperaturas, y aún así, no hay dotación de medios», incide Moral.

La organización manifiesta que Galicia y Castilla y León (que, al igual que otras comunidades, se ven muy afectadas por los incendios debido a su gran masa forestal) afrontan el periodo de alto riesgo de incendios con efectivos insuficientes, sobre todo en lo que se refiere a medios de vigilancia y de primera intervención. Según CSIF, la falta de EPI (equipos de protección) y de ropa de trabajo adecuada también es otro problema para el personal de extinción de incendios forestales. CSIF también denuncia que los vehículos destinados a tareas de prevención, extinción y vigilancia no cumplen muchas veces con los requisitos técnicos y de seguridad necesarios para su uso ya que «con el tiempo pierden la funcionalidad propia para un incendio e incluso, algunos han llegado a estar sin la ITV», asegura la portavoz de la asociación.

El sindicato pide efectivos, dotación de medios vehículos y protección para el personal. Además, solicitan formación para aquellos que se incorporan en la extinción de incendios y piden una planificación de prevención más rigurosa de las zonas naturales. «Los bosques tienen que estar limpios. Se debe tener todo lo más recogido posible, como las piñas o castañas que caen de los árboles y tener unos cortafuegos bien hechos. Por mucho que colaboren la UME y TRAGSA, si desde el principio no está bien planificado, el incendio nos come», advierte Elena Moral.

Durante la campaña contra incendios del verano del 2024, se registraron unas 47.711 hectáreas afectadas por incendios forestales, la segunda cifra más baja desde 1971, superada por 2018. Fallecieron cinco personas, una de ellas de integrante de los equipos de extinción, y hubo además como 48 heridos, de los cuales 18 eran miembros de estos dispositivos.

En lo que respecta a los siniestros forestales, se produjeron 6.134 entre incendios y conatos, 16 de ellos, grandes incendios forestales que superan las 500 hectáreas. Estos representaron el 35% de la superficie total quemada, donde la mayoría se produjeron en Extremadura con cinco grandes incendios, seguida de Castilla-La Mancha y Andalucía con tres cada una.

Con un inicio adelantado de la campaña y más de 11.000 hectáreas ya calcinadas en junio, el verano se presenta con muchas incógnitas. A pesar del esfuerzo desplegado, las carencias denunciadas por los sindicatos y las condiciones climáticas cada vez más adversas dibujan un escenario complejo.

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