Líquidos, frenos, alternador… Los componentes del coche que más sufren con el calor

Se espera un verano especialmente cálido donde las olas de calor serán las grandes protagonistas. Y las altas temperaturas no solo nos afectan a nosotros, hay determinados elementos del vehículo que se pueden ver comprometidos, bien averiándose o bien reduciendo su vida útil. Por lo que hay que conocer bien qué partes de los coches que más sufren con las altas temperaturas . «Aunque los vehículos están preparados para aguantar el frío o el calor, las altas temperaturas son especialmente perjudiciales. Por ello, resulta primordial poner en práctica una serie de medidas que nos pueden ayudar a que el calor afecte lo mínimo posible a nuestro coche, especialmente ante un verano intenso como el que se pronostica. Y es que hablamos de elementos tan importantes como la batería, la refrigeración, los frenos, sistemas electrónicos o el sistema de climatización, entre otros», afirma Xavier Celda , gerente de mercado de Piezas Técnicas y Taller de Norauto España. En primer lugar, la batería. Es uno de los elementos que más sufren con las temperaturas extremas. Tal y como detallan desde la marca, el ácido del interior de la batería se seca con más facilidad si hay calor. Si la batería está cerca del final de su vida útil, tiene muchas más posibilidades de estropearse. Por ello, en la mayoría de las ocasiones es necesario realizar un cambio de batería. Aunque los neumáticos se someten a duras pruebas, el asfalto puede llegar a registrar temperaturas muy altas y, durante muchos kilómetros, puede repercutir en su eficacia y estado, especialmente si estos no están en buenas condiciones. La marca apunta a la importancia de circular siempre con neumáticos que no estén desgastados, que no tengan cortes, grietas ni bultos. También es muy importante hacerlo con la presión correcta. Atención a la evaporación de los líquidos con las altas temperaturas. El sistema de refrigeración debe funcionar correctamente para que no se produzca una avería grave provocada por el calor. También hay que revisar el líquido de frenos y el aceite, además de no olvidarse del líquido limpiaparabrisas. Aunque no se le presta la debida importancia, es fundamental para eliminar la suciedad e insectos del parabrisas, facilitando así la visibilidad y, por lo tanto, la seguridad. No olvidarse del sistema de frenado, que puede funcionar peor con altas temperaturas. Al respecto, se recomienda no realizar frenadas prolongadas para lograr que se refrigeren. Hay que tener en cuenta que los frenos se pueden sobrecalentar con el calor. Además, se deben revisar ante el menor síntoma: pedal del freno que se hunde o que está muy duro, pérdida de capacidad de frenado, ruidos o vibraciones al frenar.Deterioro del alternador. De hecho, es uno de los elementos que más visitas al taller genera en estos periodos de calor. Una temperatura ambiente especialmente alta contribuye al calentamiento del alternador. Si esto ocurre, se producirá un olor a goma o cable quemado y, por supuesto, el alternador estará demasiado caliente al tacto. Prevenir este sobrecalentamiento es importante para evitar daños graves. Sistemas electrónicos afectados por las altas temperaturas. El navegador, cuadros digitales o sistemas de infoentretenimiento puede verse perjudicados, especialmente si les da el sol de manera directa. No hay que olvidarse tampoco de otros elementos como las escobillas, el salpicadero, las ópticas, las gomas, las juntas o el salpicadero. Se espera un verano especialmente cálido donde las olas de calor serán las grandes protagonistas. Y las altas temperaturas no solo nos afectan a nosotros, hay determinados elementos del vehículo que se pueden ver comprometidos, bien averiándose o bien reduciendo su vida útil. Por lo que hay que conocer bien qué partes de los coches que más sufren con las altas temperaturas . «Aunque los vehículos están preparados para aguantar el frío o el calor, las altas temperaturas son especialmente perjudiciales. Por ello, resulta primordial poner en práctica una serie de medidas que nos pueden ayudar a que el calor afecte lo mínimo posible a nuestro coche, especialmente ante un verano intenso como el que se pronostica. Y es que hablamos de elementos tan importantes como la batería, la refrigeración, los frenos, sistemas electrónicos o el sistema de climatización, entre otros», afirma Xavier Celda , gerente de mercado de Piezas Técnicas y Taller de Norauto España. En primer lugar, la batería. Es uno de los elementos que más sufren con las temperaturas extremas. Tal y como detallan desde la marca, el ácido del interior de la batería se seca con más facilidad si hay calor. Si la batería está cerca del final de su vida útil, tiene muchas más posibilidades de estropearse. Por ello, en la mayoría de las ocasiones es necesario realizar un cambio de batería. Aunque los neumáticos se someten a duras pruebas, el asfalto puede llegar a registrar temperaturas muy altas y, durante muchos kilómetros, puede repercutir en su eficacia y estado, especialmente si estos no están en buenas condiciones. La marca apunta a la importancia de circular siempre con neumáticos que no estén desgastados, que no tengan cortes, grietas ni bultos. También es muy importante hacerlo con la presión correcta. Atención a la evaporación de los líquidos con las altas temperaturas. El sistema de refrigeración debe funcionar correctamente para que no se produzca una avería grave provocada por el calor. También hay que revisar el líquido de frenos y el aceite, además de no olvidarse del líquido limpiaparabrisas. Aunque no se le presta la debida importancia, es fundamental para eliminar la suciedad e insectos del parabrisas, facilitando así la visibilidad y, por lo tanto, la seguridad. No olvidarse del sistema de frenado, que puede funcionar peor con altas temperaturas. Al respecto, se recomienda no realizar frenadas prolongadas para lograr que se refrigeren. Hay que tener en cuenta que los frenos se pueden sobrecalentar con el calor. Además, se deben revisar ante el menor síntoma: pedal del freno que se hunde o que está muy duro, pérdida de capacidad de frenado, ruidos o vibraciones al frenar.Deterioro del alternador. De hecho, es uno de los elementos que más visitas al taller genera en estos periodos de calor. Una temperatura ambiente especialmente alta contribuye al calentamiento del alternador. Si esto ocurre, se producirá un olor a goma o cable quemado y, por supuesto, el alternador estará demasiado caliente al tacto. Prevenir este sobrecalentamiento es importante para evitar daños graves. Sistemas electrónicos afectados por las altas temperaturas. El navegador, cuadros digitales o sistemas de infoentretenimiento puede verse perjudicados, especialmente si les da el sol de manera directa. No hay que olvidarse tampoco de otros elementos como las escobillas, el salpicadero, las ópticas, las gomas, las juntas o el salpicadero.  

Con la llegada de un verano especialmente caluroso, elementos clave como la batería, los frenos, el sistema de refrigeración o los neumáticos pueden verse seriamente afectados

Cómo afecta el calor al coche P.F.

Se espera un verano especialmente cálido donde las olas de calor serán las grandes protagonistas. Y las altas temperaturas no solo nos afectan a nosotros, hay determinados elementos del vehículo que se pueden ver comprometidos, bien averiándose o bien reduciendo su vida útil. Por lo que hay que conocer bien qué partes de los coches que más sufren con las altas temperaturas.

«Aunque los vehículos están preparados para aguantar el frío o el calor, las altas temperaturas son especialmente perjudiciales. Por ello, resulta primordial poner en práctica una serie de medidas que nos pueden ayudar a que el calor afecte lo mínimo posible a nuestro coche, especialmente ante un verano intenso como el que se pronostica. Y es que hablamos de elementos tan importantes como la batería, la refrigeración, los frenos, sistemas electrónicos o el sistema de climatización, entre otros», afirma Xavier Celda, gerente de mercado de Piezas Técnicas y Taller de Norauto España.

En primer lugar, la batería. Es uno de los elementos que más sufren con las temperaturas extremas. Tal y como detallan desde la marca, el ácido del interior de la batería se seca con más facilidad si hay calor. Si la batería está cerca del final de su vida útil, tiene muchas más posibilidades de estropearse. Por ello, en la mayoría de las ocasiones es necesario realizar un cambio de batería.

Aunque los neumáticos se someten a duras pruebas, el asfalto puede llegar a registrar temperaturas muy altas y, durante muchos kilómetros, puede repercutir en su eficacia y estado, especialmente si estos no están en buenas condiciones. La marca apunta a la importancia de circular siempre con neumáticos que no estén desgastados, que no tengan cortes, grietas ni bultos. También es muy importante hacerlo con la presión correcta.

Atención a la evaporación de los líquidos con las altas temperaturas. El sistema de refrigeración debe funcionar correctamente para que no se produzca una avería grave provocada por el calor. También hay que revisar el líquido de frenos y el aceite, además de no olvidarse del líquido limpiaparabrisas. Aunque no se le presta la debida importancia, es fundamental para eliminar la suciedad e insectos del parabrisas, facilitando así la visibilidad y, por lo tanto, la seguridad.

No olvidarse del sistema de frenado, que puede funcionar peor con altas temperaturas. Al respecto, se recomienda no realizar frenadas prolongadas para lograr que se refrigeren. Hay que tener en cuenta que los frenos se pueden sobrecalentar con el calor. Además, se deben revisar ante el menor síntoma: pedal del freno que se hunde o que está muy duro, pérdida de capacidad de frenado, ruidos o vibraciones al frenar.

Deterioro del alternador. De hecho, es uno de los elementos que más visitas al taller genera en estos periodos de calor. Una temperatura ambiente especialmente alta contribuye al calentamiento del alternador. Si esto ocurre, se producirá un olor a goma o cable quemado y, por supuesto, el alternador estará demasiado caliente al tacto. Prevenir este sobrecalentamiento es importante para evitar daños graves.

Sistemas electrónicos afectados por las altas temperaturas. El navegador, cuadros digitales o sistemas de infoentretenimiento puede verse perjudicados, especialmente si les da el sol de manera directa.

No hay que olvidarse tampoco de otros elementos como las escobillas, el salpicadero, las ópticas, las gomas, las juntas o el salpicadero.

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