La cantante no ha recibido de de Last Tour, organizadora también de los festivales Bilbao BBK Live y Azkena Rock, la cantidad correspondiente a derechos de autor de sus ‘shows’ en Madrid. La promotora tampoco ha abonado liquidaciones de otros artistas entre 2022 y 2024. Leer La cantante no ha recibido de de Last Tour, organizadora también de los festivales Bilbao BBK Live y Azkena Rock, la cantidad correspondiente a derechos de autor de sus ‘shows’ en Madrid. La promotora tampoco ha abonado liquidaciones de otros artistas entre 2022 y 2024. Leer
El grupo Last Tour –promotora de festivales como el Bilbao BBK Live, el Azkena Rock de Vitoria o el Kalorama de Madrid, así como de los dos conciertos que ofreció Taylor Swift el pasado año en el estadio Santiago Bernabéu–, ha sido demandado por impago de las cantidades correspondientes a derechos de autor de estos espectáculos. La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha interpuesto una demanda civil a la promotora bilbaína por incumplimiento del abono de las cantidades correspondientes a los años 2022, 2023 y 2024. Unas cifras que la entidad de gestión estima en cuatro millones de euros, de los cuales la mitad corresponderían a las actuaciones de Swift en el estadio madrileño.
El impago corresponde a la tarifa que SGAE cobra en todos los espectáculos musicales en vivo. Tradicionalmente ésta era del 10% de la recaudación en taquilla, pero desde hace una década está fijada en un 8,5%, aunque para aquellos promotores «que cumplen una serie de requisitos, que son facilitar la información para liquidar y el repertorio que se utiliza en cada concierto, que es fundamental para la SGAE, la tarifa queda al final con esos descuentos en un 7,65%», explican a EL MUNDO fuentes de la entidad.
Esa cantidad recaudada es luego repartida a los autores y/o editoriales musicales de las canciones interpretadas en directo. En el caso de Swift, los temas que canta han sido escritos o coescritos por ella, por lo que ella y su editorial serían las destinatarias finales de ese porcentaje.
Last Tour, denuncian desde la Sociedad, no sólo no ha abonado ese dinero, sino que «incumple algo que es básico para la misión de SGAE, que es pasar la información de taquilla para que se aplique la tarifa, cobre y pague a los titulares de los derechos de autor». Así, señalan, «si una entrada VIP para Swift estaba anunciada a 580 euros, nos han dicho que han cobrado 125 y no han sido capaces de justificarnos esa diferencia».
El impago se extiende a la mayoría de las recaudaciones de los festivales que organiza Last Tour, así como los conciertos que organiza en España (principalmente en País Vasco y Navarra, aunque también en el resto de la geografía) y otros eventos, como el encuentro de profesionales de la industria musical BIME. Entre los nombres afectados hay conciertos reclamados de Leiva, Amaia, Love of Lesbian, Dorian, Camilo, Juan Luis Guerra, Rigoberta Bandini, Simple Minds, Sting o Still Corners, entre otros.
No es la primera vez que Last Tour recibe una demanda de este tipo. En dos ocasiones, la última poco antes de la pandemia, SGAE y la empresa vasca se han visto las caras en los juzgados. Las mismas fuentes de la entidad aseguran que ésta «intenta evitar la confrontación judicial», pero en el caso de Last Tour la relación es tensa: «Siempre acabamos en los tribunales».
El problema, añaden, es especialmente importante por tratarse de una artista como la autora de ‘Shake It Off’. «Taylor Swift es una gran defensora de los derechos de autor y se ha pronunciado públicamente muchísimas veces a su favor. En todos los países de esta gira europea, los promotores han pagado religiosamente y las entidades de gestión han liquidado ya los derechos de Taylor Swift. Salvo aquí».
Otras fuentes del sector denuncian que esta situación provoca que Last Tour «compita en desigualdad de condiciones en las subastas internacionales de grandes conciertos, debido a que no paga». Dado que ese porcentaje del 8,5% o 7,65% acaba incluido en la entrada que desembolsa el asistente, y que el resto de promotores cumple con el abono, se produciría una competencia desleal, subrayan.
Desde Last Tour explican que «no ha sido posible lograr un entendimiento con la entidad de gestión». La postura de la promotora «se basa en el carácter abusivo de la tarifa de SGAE», el citado 8,5%, «mientras que la tarifa que se aplica en el país de origen de la artista se limita a un 1,15%». Desde la entidad se señala que la tarifa española está en la media europea (11% de Francia, 10% de Italia o Alemania, que oscila entre el 5,75 % por conciertos inferiores a 2.000 personas y el 8% para conciertos de más de 15.000), y se señala que Last Tour quiso acogerse a la tarifa británica (4,2%), algo a lo que PRS (la entidad homóloga a la SGAE en Reino Unido) se negó. Además, destacan que «las conversaciones de los derechos pendientes de los conciertos del 2022 a la fecha sólo se han producido a partir de la reclamación de los conciertos de Swift, que tuvieron lugar en mayo de 2024».
«Last Tour se opone a la tarifa de SGAE», sentencia la promotora, «y a las prácticas de la entidad de gestión y rechaza profundamente la actuación llevada a cabo por SGAE». Además «defenderá en los tribunales el carácter y prácticas abusivas de SGAE».
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