Pedro Sánchez viaja a Vietnam y China, donde será recibido con todos los honores. Es el adelantado de la Unión Europea en Pekín en el momento más crítico de las relaciones con Estados Unidos. Anoche, Donald Trump elevó los aranceles a la República Popular China al 104%. Guerra comercial desbocada. Cuando todo está a punto de estallar, el presidente español será el primer dirigente europeo en cruzar el umbral de la Ciudad Prohibida en plena crisis. El viernes, Sánchez se hallará en el centro del huracán. Transmitirá mensajes de Bruselas al Imperio del Centro y recibirá recados para el Consejo Europeo. Y será escrutado por Washington. Podemos estar seguros de que esa visita no va a gustar nada en la Casa Blanca.
Pedro Sánchez viaja a Vietnam y China, donde será recibido con todos los honores. Es el adelantado de la Unión Europea en Pekín en el momento más crítico de las relaciones con Estados Unidos. Anoche, Donald Trump elevó los aranceles a la República Popular China al 104%. Guerra comercial desbocada. Cuando todo está a punto de estallar, el presidente español será el primer dirigente europeo en cruzar el umbral de la Ciudad Prohibida en plena crisis. El viernes, Sánchez se hallará en el centro del huracán. Transmitirá mensajes de Bruselas al Imperio del Centro y recibirá recados para el Consejo Europeo. Y será escrutado por Washington. Podemos estar seguros de que esa visita no va a gustar nada en la Casa Blanca.Seguir leyendo…
Pedro Sánchez viaja a Vietnam y China, donde será recibido con todos los honores. Es el adelantado de la Unión Europea en Pekín en el momento más crítico de las relaciones con Estados Unidos. Anoche, Donald Trump elevó los aranceles a la República Popular China al 104%. Guerra comercial desbocada. Cuando todo está a punto de estallar, el presidente español será el primer dirigente europeo en cruzar el umbral de la Ciudad Prohibida en plena crisis. El viernes, Sánchez se hallará en el centro del huracán. Transmitirá mensajes de Bruselas al Imperio del Centro y recibirá recados para el Consejo Europeo. Y será escrutado por Washington. Podemos estar seguros de que esa visita no va a gustar nada en la Casa Blanca.
Los estadounidenses quizás se lo hagan pagar dentro de unos meses.Trumpse halla en un punto crítico: si mantiene la escalada, la economía internacional puede entrar en una grave recesión; si retrocede, su autoridad puede debilitarse nada más iniciarse su segundo mandato. Los oligarcas de la tecnología están muy preocupados por sus intereses y Elon Musk ya ha cambiado de bando en este último capítulo de la serie. Ahora esté en contra de los aranceles. El dueño de Tesla, con grandes pérdidas en Europa, acaba de calificar de “cretino” a uno de los principales asesores financieros de Trump, Peter Navarro, arquitecto de la guerra comercial. “Es más tonto que un saco de ladrillos”, ha dicho. Todo lo que está ocurriendo es muy loco. Felipe González, que siempre ha tenido buen olfato en las situaciones complicadas, calificó ayer a Trump de “imbécil”, “necio” y “matón de patio de colegio”.
Después de levantar una expectativa de ‘concertación nacional’, el PP frena en seco
Sánchez, en Pekín, en la semana del gran crujido. Quizás los norteamericanos se lo hagan pagar dentro de unos meses, pero nadie podrá acusarle de ser un político marginal.
Alberto Núñez Feijóo obtiene como compensación una entrevista con Ursula von der Leyen en Bruselas, que se celebrará hoy. También se verá con Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo (PPE). El reciente viaje de José María Aznar a la capital europea habrá servido para algo. El pasado mes de noviembre, el PP español votó en contra de la nueva Comisión Europea con la falsa creencia de que podían tumbar a Teresa Ribera. Tumbar a Ribera para tapar el escándalo de la dana de València. Fue un mal paso. Fue un error estratégico, que ahora se intenta subsanar, cuando faltan tres semanas para el congreso del PPE en València. En ese congreso, sin duda importante, la presidenta de la Comisión Europea vivirá una curiosa experiencia: será agasajada por Carlos Mazón, un señor que no puede salir a la calle. Una crisis mundial y el Ventorro. Todo es muy loco, así en lo global como en lo local.

Juan Carlos Hidalgo/EFE
Antes de partir hacia Bruselas, Feijóo ha dejado en suspenso el apoyo de su partido a las medidas del Gobierno para intentar paliar los efectos de la subida de los aranceles norteamericanos en los sectores económicos más expuestos. (Las negociaciones están congeladas, pero podrían reemprenderse. Anoche circulaban por Madrid informaciones al respecto. Quizás hoy el PP vuelva a cambiar de posición). Ha durado poco la política de concertación nacional. Ha durado menos de una semana por no sé qué de los catalanes. Hay mucha inseguridad en el equipo de Feijóo. Madrid DF les asusta. Temen parecer blandos. No quieren engrandecer a Sánchez en la semana de Pekín. No quieren dar aire al PSOE y a la vez deben acudir a Bruselas con una política responsable.
Todos viajan. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, será recibida en Washington la semana que viene, después de haber escuchado a Manfred Weber en Roma: “Cuidado con lo que hacéis, la industria italiana está muy vinculada al mercado alemán. La Unión Europea no se puede dividir en estos momentos”. También Meloni está atenta al viaje de Sánchez a Pekín para acabar de calibrar su encuentro con Trump. No romperá la unidad europea, pero intentará obtener algún descuento para el made in Italy.
(Hoy tendremos noticias de Estados Unidos y Marruecos. El secretario de Estado Marco Rubio ya ha mantenido una primera entrevista con el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita. Conversación telefónica. Estados Unidos reafirma su reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y apoya la propuesta marroquí de autonomía. Ninguna mención a la ONU en el comunicado oficial, conocido anoche).
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