Las puertas del emblemático restaurante de Cuatro volvían a cerrarse una semana más con una nueva tanda de citas que, como es habitual, han vuelto a dejar momentos para el recuerdo. Uno de los grandes protagonistas de la noche del viernes era Manolo (53), un interiorista afincado en Madrid que tenía dos grandes pasiones: el campo y los animales.
Cynthia y Manolo intentaban encontrar a su media naranja en el restaurante más famoso de la televisión
Las puertas del emblemático restaurante de Cuatro volvían a cerrarse una semana más con una nueva tanda de citas que, como es habitual, han vuelto a dejar momentos para el recuerdo. Uno de los grandes protagonistas de la noche del viernes era Manolo (53), un interiorista afincado en Madrid que tenía dos grandes pasiones: el campo y los animales.
Tras dos matrimonios fallidos, el soltero había decidido presentarse a First Dates con el objetivo de dar esta vez con la mujer de su vida. Se definía como un hombre muy activo en la cama. »Me gusta mucho el reguetón», confesaba entre risas.

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Su cita era Cynthia (48), una moza de almacén de Toledo que se definía como una persona aventurera y activa. La primera impresión entre ambos no era la esperada, al menos por parte de la soltera. »No es mi tipo para nada porque ya es bajito y para mí eso es un hándicap importante», sentenciaba. Una opinión que nada tenía que ver con la del soltero. »Me ha sorprendido lo guapa que es. Tiene un cuerpazo», reconocía.
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Tras intercambiar sus primeras palabras, la presentadora acompañaba a la pareja hasta su mesa, donde comenzaban la velada poniéndose al día de sus vidas. Gracias a esta conversación, el soltero descubría que Cynthia era una persona muy familiar. »Me atrae un montón y me gustaría conocerla más a fondo, más íntimamente», confesaba.

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En lo único que no parecían encajar era en el tema animales. »Mientras no lo suba al sofá y que la zona esté más o menos limpia porque soy muy de olores y los pelos me dan mucho asco. Pero por lo demás todo bien», declaraba ella. La cita avanzaba y los piropos de Manolo iban poco a poco subiendo de intensidad. De hecho, la soltera confesaba estar algo desentrenada en el amor. »Llevo sin pareja 13 años, pero me encanta cuando me dicen piropos. Una no está acostumbrada a que le digan esas cosas porque me he dedicado toda mi vida a mis hijos y es ahora cuando me he dado la oportunidad», aseguraba.
»Soy muy activo, me gusta mucho el reguetón»

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En un punto de la velada, la soltera explicaba que lo único que buscaba en una pareja era entendimiento. »No es lo mismo que cuando tienes 20 años. Llegas a una edad que solo quieres un entendimiento y poder hacer cosas diferentes», afirmaba. Sin embargo, Manolo quiso llevar la conversación hacia un lado más sexual, dejando a la moza de almacén sin palabras.
»Yo soy muy activo, me gusta mucho el reguetón. Me gusta estar con mi pareja y hacerlo encima de la encimera de la cocina. Cogerla fogosamente y un buen polvo y relajarse. Siempre digo que a la mujer hay que buscarle su debilidad», declaraba. A pesar del choque inicial, Cynthia reconocía ante el equipo que Manolo había sido al menos elegante con sus palabras. En el reservado del programa, pudieron acercar posturas y pasar un rato agradable. Por ello, la soltera decidía ignorar su nefasta primera impresión y darle una segunda oportunidad.
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