Por la vía de los hechos y de las palabras, el president Salvador Illa, está alineando en torno a la gestión del Govern un frente mayor que el que dibujaba el pacto de investidura -con ERC y Comuns- hasta el punto de atraer, aunque sea eventualmente, al cuarto grupo de izquierdas de la Cámara, la CUP, en la respuesta ante retos como el de la vivienda y la guerra comercial iniciada por Donald Trump. Al otro lado, las fuerzas de derecha y extrema derecha, que por omisión del asunto o por sus recetas, alejadas del proteccionismo que propone Europa, como en la crisis de la covid, apuestan por el choque en lugar de por la mano tendida.
El president cierra filas con la consellera Paneque ante las demandas de cese de Junts por su “incompetencia”
Por la vía de los hechos y de las palabras, el president Salvador Illa, está alineando en torno a la gestión del Govern un frente mayor que el que dibujaba el pacto de investidura -con ERC y Comuns- hasta el punto de atraer, aunque sea eventualmente, al cuarto grupo de izquierdas de la Cámara, la CUP, en la respuesta ante retos como el de la vivienda y la guerra comercial iniciada por Donald Trump. Al otro lado, las fuerzas de derecha y extrema derecha, que por omisión del asunto o por sus recetas, alejadas del proteccionismo que propone Europa, como en la crisis de la covid, apuestan por el choque en lugar de por la mano tendida.
Esta sintonía del president con los grupos de izquierdas se vio este miércoles durante la sesión de control del Parlament, espoleada por el acuerdo sobre el decreto de vivienda y urbanismo al que se llegó el martes y que todos los implicados, también el jefe del Ejecutivo, valoraron positivamente.
En la sesión plenaria, Illa mostró su voluntad de configurar una respuesta a la guerra arancelaria “complementaria” a la que dé el Gobierno de España y la UE, basada en los mismos principios de inversión y gasto en que se basó la respuesta a la crisis de la covid y aceptando propuestas como el refuerzo y la ampliación de las delegaciones de Catalunya en el exterior con fines comerciales, el mantenimiento de los puestos de trabajo o la configuración de un nuevo pacto por la industria.
ERC y Comuns reclaman a Illa “ambición política” y emular la respuesta a la crisis de la covid
“Al Govern no le temblarán las piernas a la hora de desplegar las medidas que haga falta. Lo haremos con prudencia, con medidas complementarias a las de la UE y no siendo redundantes con las medidas que adopte el Gobierno. Hay que reforzar las delegaciones en el exterior”, admitió el president en respuesta a la demanda de ERC de “asegurar la soberanía económica de Catalunya” en el marco de esta crisis arancelaria.
La portavoz republicana, Ester Capella, reclamó al presidente “ambición política”, que “no supedite la soberanía de Catalunya al BOE y a Madrid” y remarcó la necesidad de nombrar ya un nuevo delegado del Govern en EE.UU. que está vacante desde hace meses. Además, la republicana reclamó “políticas de estímulo como las de la crisis de la covid, pero diseñadas desde Catalunya”.
Illa agrade la disposición de los grupos y se promete «lo que haga falta” para minimizar la afectación de la guerra comercial
El portavoz de los Comuns, David Cid, demandó al president liderazgo bajo tres compromisos, que todas las ayudas estén condicionadas a mantener los puestos de trabajo, de manera que “Trump no puede costarnos ni un solo puesto de trabajo”; apostar por las energías renovables y acelerar el pacto nacional por la industria. Además, Cid aprovechó para reclamar al president que acelere la negociación del suplemento de crédito de 1.800 millones que resta por aprobar. “Convoque de una vez por todas la negociación y aprobémoslo”, animó.
En su respuesta, Illa agradeció la disposición de los grupos y se mostró abierto a «lo que haga falta” para que la guerra comercial afecte lo mínimo posible a las empresas y trabajadores de Catalunya. El president secundó el símil futbolístico de Cid: “El dinero, en el campo. Asumí este compromiso en empleo ante los sindicatos, estamos haciendo una apuesta por las renovables y estamos al lado de los sectores que más lo necesitan. La respuesta potente que tenemos es acertada, por prudente pero también por expresión de determinación”, zanjó Illa.
Junts exige el cese de Paneque pero Illa cierra filas en torno a ella y su gestión
También en respuesta a la diputada anticapitalista Laure Vega, el president dejó clara su posición a favor del comercio internacional y de Europa y de defender “nuestro modelo productivo”, para lo que “la manera correcta de responder es la de la crisis de la covid”. Pero Illa también se mostró dispuesto a atender las sugerencias de la CUP “para responder con máxima contundencia a esta situación”.
Frente a esta sintonía con los socios de investidura y la CUP, el president y Junts volvieron a chocar por la gestión de Rodalies, que provocó que el Parlament aprobara una petición de cese de la consellera de Territori, Sílvia Paneque. El presidente del grupo posconvergente, Albert Batet, reclamó que se haga efectivo el cese “por su incompetencia”, pero Illa cerró filas con la consellera al asegurar que tiene toda su confianza y que “está haciendo un buen trabajo”, sobre todo después de lograr que se apruebe el decreto de vivienda.
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