La buena relación existente entre el PP y Ens Uneix en la Diputación de Valencia desde el inicio de la legislatura peligra. “Cada vez estamos más incómodos”, explicaba ayer el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez. Tanto que el líder de esta formación municipalista no dudó en señalar ayer que el pacto que permite a Vicent Mompó presidir la institución provincial “está en serio riesgo”. Una puerta abierta a la moción de censura a la que se apuntaba rápidamente ayer el PSPV con el deseo de desalojar a los populares del Palau de Batllia y recuperar una institución que podría ser el inicio de la ansiada remontada que pretenden los socialistas.
El partido de Jorge Rodríguez asegura que tiene ofertas de los socialistas para presidir la institución provincial tras una moción de censura
La buena relación existente entre el PP y Ens Uneix en la Diputación de Valencia desde el inicio de la legislatura peligra. “Cada vez estamos más incómodos”, explicaba ayer el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez. Tanto que el líder de esta formación municipalista no dudó en señalar ayer que el pacto que permite a Vicent Mompó presidir la institución provincial “está en serio riesgo”. Una puerta abierta a la moción de censura a la que se apuntaba rápidamente ayer el PSPV con el deseo de desalojar a los populares del Palau de Batllia y recuperar una institución que podría ser el inicio de la ansiada remontada que pretenden los socialistas.
La dana ha trastocado el panorama político valenciano e incluso amenaza con generar inestabilidad en la Diputación. Tampoco contribuye demasiado a la comodidad de un partido supuestamente progresista como Ens Uneix las cesiones presupuestarias del PP a Vox o la decisión de los populares -aquí ya sin la participación de la derecha extrema- de bloquear el cambio en la ley electoral que pretendían los municipalistas de Rodríguez emprender.
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Una rebaja del listón electoral del 5 al 3% que la Unió Municipalista -la plataforma formada por Ens Uneix y otra amalgama de marcas locales- quería debatir en las Corts Valencianes y que la maniobra del PP impedirá. Una circunstancia que ha enfadado a los municipalistas que empiezan a sospechar que en el grupo parlamentario popular hay quien tiene ganas de torpedear su relación con Mompó. El futuro orgánico de los populares tras la dana es una incógnita y cualquier movimiento tiene una lectura interna.
Sea como fuere, lo cierto es que después de que la dana haya dañado la imagen del presidente valenciano, mostrarse como socio de Mazón no es electoralmente lo más conveniente para un partido como Ens Uneix. Esta formación, cuyo líder fue presidente de la Diputación con el carné del PSPV, se nutre mayoritariamente de un electorado de centro izquierda al que le puede chirriar la cercanía entre Rodríguez y Mazón.
El PSPV desea asestar un golpe al PP de Mazón, y la Diputación de València parece el unico objetivo factible
En este escenario, el bloqueo del PP a la rebaja del listón electoral que quieren los municipalistas para intentar dar el salto a la política autonómica o las cesiones a Vox, se convierten en una excusa perfecta para que Rodríguez y los suyos se distancien del PP de Mazón. Hasta el punto de amenazar ayer con romper el pacto en la Diputación de València.
A ello se une un tercer elemento. El deseo del PSPV de asestar un golpe al presidente valenciano. Con los resultados de las elecciones autonómicas, la única opción posible sería desalojar a los populares de la Diputación. Ayer, el portavoz socialista en la institución provincial, Carlos Fernández Bielsa, abría la puerta a una entente con Ens Uneix: “Es el momento de que la Diputación de Valencia sea progresista”. Un adjetivo, progresista, que no es casual pues Bielsa no reclama que la Diputación sea socialista.
No es descartable que la maniobra de distanciamiento de Ens Uneix sea una táctica para arrancar alguna cesión a Mompó
Y es que, según apuntan desde Ens Uneix, los socialistas -con el aval de Diana Morant- les habrían ofrecido la posibilidad de entregarles la Presidencia de la corporación provincial a cambio de facilitar una moción de censura. Una operación que los socialistas apuntan que todavía no se está negociando. Y es que en el PSPV hay quien duda de que Rodríguez vaya a romper con el PP y temen que la pataleta de ayer no sea más que una táctica negociadora para arrancar algún compromiso a Mompó.
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