El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de visita en La Haya (Países Bajos) para su participación en la cumbre de la OTAN, ha encontrado por fin un freno a sus técnicas agresivas con las que se impone a socios y enemigos: el mismísimo rey de Holanda, Guillermo Alejandro.
El apretón de manos del monarca dominó al presidente, a quien ha alojado en su propio palacio en La Haya durante la cumbre de la OTAN
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de visita en La Haya (Países Bajos) para su participación en la cumbre de la OTAN, ha encontrado por fin un freno a sus técnicas agresivas con las que se impone a socios y enemigos: el mismísimo rey de Holanda, Guillermo Alejandro.

El monarca, que le ha invitado a alojarse en su residencia privada de Huis Ten Bosch, en la que reside con la reina Máxima y su tres hijas, le esperó en el salón Orange y no en la entrada. Allí, acompañado por la reina y la princesa heredera Amalia, le recibió con un recio apretón de manos, que se impuso al presidente, un experto él mismo en dar apretones de manos extrañamente agresivos.
El rey holandés, con la expresión más cordial, le dominó por completo y le hizo el famoso “tug of war” o tirón de dominio: le cogió la mano con firmeza y la arrastró hacia él. Un apretón de manos que suele hace el propio Trump a los mandatarios de otros países a los que recibe en la Casa Blanca.
Trump llegó el martes por la noche a La Haya y fue trasladado por carreteras cerradas al tráfico, en una comitiva con fuertes medidas de seguridad, al palacio Huis ten Bosch, situado en un bosque a las afueras de La Haya, cerca de la nueva embajada americana en Holanda.

Brendan Smialowski / Reuters
“El presidente Trump ha aceptado la invitación del rey Guillermo Alejandro para pasar la noche en Huis ten Bosch en La Haya”, declaró un funcionario de la Casa Blanca que prefirió el anonimato para hablar de planes aún no publicados. Este es un evento histórico: marca la primera vez que un presidente estadounidense se hospeda en la residencia del Rey.
El palacio Huis Ten Bosch empezó a construirse en el siglo XVII, aunque ha ido ampliándose. Cuenta con un ala Wassenaar, donde reside la familia real, y un ala Hague, utilizada por los invitados. La pieza central del palacio, donde el rey recibió al presidente de Estados Unidos, es el ornamentado Salón Orange, llamado así en honor de la Casa Real de Orange, a la que pertenece el propio rey.
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Trump gusta de compartir la intimidad con las familias reales. En 2019, visitó el Castillo de Windsor para tomar el té con la reina Isabel II durante una visita al Reino Unido marcada por las protestas. En ese viaje visitó también Clarence House, la residencia privada del rey Carlos III, para tomar té con el entonces príncipe de Gales y su esposa Camila.
El Palacio de Buckingham ha confirmado hoy que el rey Carlos recibirá al presidente estadounidense en una segunda visita de Estado a finales de este año, lo que le convertirá en el primer líder político electo de la era moderna en ser recibido en dos visitas de Estado por un monarca británico.
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