El Ejecutivo remitirá el documento más allá de la fecha límite del 15 de octubre porque, explica, la «Comisión Europea ha pedido que se presenten planes con medidas de política económica» Leer El Ejecutivo remitirá el documento más allá de la fecha límite del 15 de octubre porque, explica, la «Comisión Europea ha pedido que se presenten planes con medidas de política económica» Leer
El Gobierno no enviará a Bruselas su Plan Presupuestario antes de que venza la fecha límite del 15 de octubre. El Ejecutivo ha decidido posponer este trámite porque, según explicó ayer el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, la «Comisión ha pedido que se presenten planes con medidas de política económica». Y para esa fecha, el Ejecutivo no contará con su Presupuesto y, por lo tanto, con las actuaciones concretas del próximo año. Se trata, según apuntan tanto desde el Ministerio de Economía como desde el Gobierno, de una medida acordada con Bruselas ya que en esta ocasión existirá una mayor «flexibilidad». Pero esa flexibilidad, replican desde la propia Comisión, es «es limitada«.
«No se trata de una nueva normalidad«, explicó ayer el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Eurogrupo que este lunes tuvo lugar en Luxemburgo. Además, ligó el envío del Plan Presupuestario con el del documento fiscal a medio plazo, que en este caso sí se hará el 15 de octubre después de que ya haya registrado un retraso. Muchos nombres y muchas fechas.
Pero, en resumen, lo que Gentiloni trasladó al Gobierno es que no hay una barra libre en cuanto a los plazos, y que los diferentes documentos están relacionados y tienen que tener una proximidad en el tiempo. Y es más, es del retraso es un punto que, según añadió el responsable económica de la Comisión, todavía se debe discutir más en profundidad con España.
Desde el Ejecutivo añaden que el envío del Plan Presupuestario se producirá cuando ya remitan las cuentas al Congreso, y efectivamente tengan medidas concretas que incluir en ese documento. Que este año, con la carga de trabajo que van a suponer los planes fiscales a medio plazo, Bruselas no quería analizar documentos sin contenido, que es lo que habitualmente ocurre. España ha remitido en numerosas ocasiones Planes Presupuestarios a políticas constantes, esto es, sin incluir sus medidas económicas que luego si introducía en los Presupuestos que aprobaba posteriormente. Se convertían así en papel mojado, y la Comisión ha trasladado que no quiere que esto vuelva a ocurrir.
Pero en todo este planteamiento sobrevuela una opción muy real que Gobierno, por ahora, prefiere no compartir en público. Que las cuentas del próximo año no salgan adelante y que lo que se remita a Bruselas sea un ejercicio igualmente estéril. El Ejecutivo subraya que el discurso de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sigue siendo que los Presupuestos se aprobarán. Ya se ha eliminado el «en tiempo y forma», porque eso ya no es posible. Pero la apuesta se mantiene.
Sin embargo, lo único cierto por ahora es que ni siquiera se ha podido aprobar la senda de déficit en el Congreso porque el Ejecutivo no consiguió el apoyo de Junts. Y no lo obtuvo ni con la visita que el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, hizo a Carles Puigdemont en Suiza para tratar de asegurarse su apoyo; o con la nueva carta que el Albares, remitió a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, para que se incluya el catalán como lenguaje oficial.
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