El Gobierno alemán revisa a la baja sus previsiones económicas para este año

El Ejecutivo prevé una contracción del 0,2% , que se suma al descenso del 0,3% de 2023 Leer El Ejecutivo prevé una contracción del 0,2% , que se suma al descenso del 0,3% de 2023 Leer  

Alemania languidece. Este año será la única economía del G7 que volverá a contraerse y lo hará por segundo año consecutivo. Las dificultades del sector manufacturero y la competencia mundial, especialmente de China, ponen de relieve los problemas estructurales de la que un día fue la locomotora de Europa.

El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, revisó ayer a la baja las previsiones económicas. Frente al 0,3% de crecimiento esperado anteriormente, el Gobierno prevé ahora una contracción del 0,2%, que se sumará al descenso del 0,3% de 2023. Solo una vez desde la posguerra mundial la economía ha caído durante dos años seguidos, en 2002 y 2003. Más allá de la política económica del Gobierno en curso y permanentemente cuestionada por la oposición conservadora y la patronal, lo cierto es que la desaceleración refleja los prolongados retos estructurales del país, incluida la dependencia de su sector manufacturero, los efectos adversos de la competencia mundial, especialmente del gigante asiático, y un déficit en inversiones que se remonta a la era de austeridad de Angela Merkel.

Tras un primer semestre difícil, la economía alemana, parece incapaz de salir de la crisis de su modelo industrial. «El país sufre problemas estructurales que hacen que desde 2018, la economía alemana no experimente ningún crecimiento significativo», declaró Habeck. A partir de finales de 2024, la dinámica de crecimiento debería empezar a repuntar, aseguró. El tripartido del canciller Olaf Scholz propuso este verano una «iniciativa de crecimiento» que incluye reducciones fiscales, un recorte permanente de los precios de la energía para la industria, una menor burocracia e incentivos para mantener en activo a las personas mayores y atraer a trabajadores extranjeros cualificados. En total 49 medidas que aún no han pasado el filtro parlamentario.

Según Habeck, la aplicación de este paquete de crecimiento global a revitalizará la economía fomentando la inversión, aumentando la productividad y abordando los viejos problemas estructurales.»La economía será más fuerte y más gente volverá a trabajar», afirmó. Con las elecciones generales a un año vista y el riesgo permanente de adelanto electoral por las desavenencias en el Ejecutivo, es probable Habeck no lo vea. El tripartito formado por socialdemócratas, verdes y liberales, recabarían juntos, si este domingo fuera los comicios el 28% de los votos.

A pesar de las sombrías perspectivas a corto plazo, el Gobierno prevé que la economía vuelva a crecer en 2025, con un aumento del producto interior bruto del 1,1% Para 2026, el crecimiento podría alcanzar el 1,6%, impulsado principalmente por un repunte del consumo privado y la estabilización de la inflación. No obstante, estas previsiones dependen de la aplicación satisfactoria de las reformas estructurales y de la estabilización de las condiciones económicas mundiales.

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