Honduras ha decidido pasar página rápidamente de la etapa de gobierno progresista que lideró Xiomara Castro y que apenas ha durado cuatro años, viciado por el nepotismo y decisiones polémicas como el prolongado estado de excepción vigente en la mayor parte del país. El exalcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, será investido el próximo 27 de enero y encabezará el giro a la derecha y el retorno al bipartidismo que había dirigido Honduras durante los últimos cien años. Siempre y cuando la impugnación del perdedor, el liberal Salvador Nasralla, no consiga paralizar el proceso.
Nasry Asfura fue proclamado vencedor de las elecciones con un margen de 26.000 votos pero el liberal Nasralla cuestiona la limpieza del proceso y se niega a aceptar la derrota
Honduras ha decidido pasar página rápidamente de la etapa de gobierno progresista que lideró Xiomara Castro y que apenas ha durado cuatro años, viciado por el nepotismo y decisiones polémicas como el prolongado estado de excepción vigente en la mayor parte del país. El exalcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, será investido el próximo 27 de enero y encabezará el giro a la derecha y el retorno al bipartidismo que había dirigido Honduras durante los últimos cien años. Siempre y cuando la impugnación del perdedor, Salvado Nasralla, no consiga paralizar el proceso.
El conservador Nasry Asfura, el candidato a la presidencia apoyado por Donald Trump, fue declarado vencedor aprovechando la laxitud de Nochebuena, pero la proclamación oficial de resultados se retrasó hasta la madrugada de este martes 30 de noviembre, el último día hábil para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) cumpliera con la normativa y evitara que el proceso electoral quedara en suspenso y pasara a depender del Congreso, la maniobra que se sospechaba que pretendía el partido Libre de Castro y de su esposo, el expresidente depuesto en 2009 Manuel Zelaya.
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La declaración del CNE deja atrás un mes de escrutinio polémico, lento e interrumpido numerosas veces, con problemas técnicos que han minado a confianza de los sectores políticos y sociales sobre la trasparencia del recuento y la transmisión de datos. El recuento podía seguirse en streaming a través de las cámaras instaladas por el CNE pero la mayoría de las mesas permanecían vacías la mayoría de las horas. Pese a todo, los observadores de la UE y de la Organización de Estados Americanos (OEA) han respaldo la limpieza del proceso y la validez de los resultados.
Los datos definitivos certifican el triunfo del líder del derechista Partido Nacional, Nasry Asfura, que recogió el 40,26% en la primera y única vuelta de las elecciones presidenciales, lo que supone solamente un poco más de 26.000 votos que Salvador Nasralla, el candidato del Partido Liberal de centroderecha, que se quedó en el 39,55% de las preferencias de los electores.

MARVIN RECINOS / AFP
Salvador Nasralla discrepa de los observadores internacionales y ha decidido denunciar el recuento final ante el Tribunal de Justicia Electoral (TJE), que en los próximos días deberá decidir si procede a admitir la impugnación. La abogada de Nasralla, Karla Romero, afirmó este lunes que “ha habido demasiadas inconsistencias” y que se “inflaron” los votos a favor de Asfura. “Nuestro partido es el ganador y el ingeniero Salvador Nasralla es el presiente electo de Honduras”, indicó Romero.
Igualmente, el fiscal general de Honduras, Johel Antonio Zelaya, anunció medidas judiciales para investigar las irregularidades en las elecciones de 2025 y argumentó que habían esperado hasta el final para respetar el proceso electoral pero que ahora había que esclarecer los hechos que hubieran podido atentar contra la democracia.
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El fiscal general es uno de los representantes del Partido Liberal en la administración de Xiomara Castro. Salvador Nasralla compartió cartel electoral con Castro en los comicios de 2021 y ocupó la vicepresidencia durante el primer año de mandato. El líder liberal también perdió las elecciones de 2017 frente a Juan Orlando Hernández, el dirigente nacional favorecido por los militares que derrocaron a Manuel Zelaya y que se presentó a una reelección no contemplada en la constitución. En aquella ocasión las misiones internacionales reconocieron el fraude electoral hasta el punto de que la OEA solicitó la repetición de los comicios, lo que finalmente no se produjo.
Hernández, extraditado durante el mandato de Xiomara Castro a Estados Unidos, donde fue condenado a 45 años de prisión por narcotráfico, fue uno de los protagonistas del proceso, cuando Donald Trump insinuó que lo liberaría. Justo después de los comicios, cuando todavía no había resultados provisionales, Trump indultó y excarceló al antiguo líder del partido que ahora controla Nasfura.
Nochebuena
Trump irrumpió de manera estruendosa en el proceso electoral y EE.UU fue el primer país en reconocer la victoria de Asfura
El presidente de Estados Unidos irrumpió de manera estruendosa en el proceso electoral, como suele ser habitual en su política exterior en la era de la post-diplomacia que ha instaurado en su segundo paso por la Casa Blanca, llamando “narco-comunista” a Xiomara Castro. Cuando ya se había cerrado la campaña, en las jornadas de reflexión, publicó en su red social su apoyo inequívoco a Nasry Asfura y sugirió que si el candidato derechista perdia las elecciones, Estados Unidos retiraría su ayuda económica a Honduras. Además, prometió el perdón a Juan Orlando Hernández, una medida que causó estupor en Estados Unidos por ser contradictoria contra la guerra global al narcotráfico que ha proclamado en los últimos meses.
El escrutinio final en Honduras también confirma la sonora bofetada al oficialismo. La postulante del izquierdista Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, se quedó con un 19,20%, lo que significa casi 900.000 votos menos que el apoyo que obtuvo Xiomara Castro cuatro años atrás. Una derrota sin paliativos que incluso ha amortiguado las denuncias de fraude electoral que ha esparcido Libre. Las protestas callejeras que impulsó el oficialismo tampoco cuajaron y los intentos de retrasar y bloquear el recuento de votos solo consiguieron demorar la publicación de resultados.
Resultados
El líder nacional deberá buscar consensos con la oposición al quedar en minoría en la composición del Congreso
Nasry ‘Tito’ Asfura, de 67 años, ha mantenido una posición discreta durante el recuento de votos, pero el mismo día de Nochebuena ya fue felicitado por Donald Trump y mantuvo una reunión telefónica con el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio. Tras la proclamación definitiva este martes, Asfura lanzó un escueto mensaje en las redes sociales: “Honduras: Estoy preparado para gobernar. No te voy a fallar”.
De perfil afable y servicial, Asfura es conocido popularmente como “Papi a la orden, que fue su eslogan electoral la primera vez que se presentó a las primarias presidenciales del Partido Nacional. Pero su estrecha victoria le obligará a buscar equilibrios y consensos con los liberales. Eso será aun más necesario porque la derecha se ha quedado lejos de la mayoría absoluta de 65 diputados en el Congreso. La formación de Asfura contará con 49 representantes, por 41 de los liberales y 35 de Libre y 3 de otros partidos.
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