La misteriosa rotura de dos cables submarinos de telecomunicaciones en el mar Báltico los pasados domingo y lunes, que está siendo investigada por las autoridades de Finlandia, Suecia, Alemania y Lituania con la premisa de que pudieron deberse a actos intencionados, incluye un nuevo ingrediente. La Armada danesa observa a un barco granelero chino, el Yi Peng 3, fondeado ahora frente a la costa nordeste de Dinamarca, que podría tener relación con ambos incidentes.
Las autoridades de Suecia, Finlandia y Lituania investigan los daños a los cables submarinos de telecomunicaciones C-Lion1 y Arelion, sin descartar el sabotaje
La misteriosa rotura de dos cables submarinos de telecomunicaciones en el mar Báltico los pasados domingo y lunes, que está siendo investigada por las autoridades de Finlandia, Suecia, Alemania y Lituania con la premisa de que pudieron deberse a actos intencionados, incluye un nuevo ingrediente. La Armada danesa observa a un barco granelero chino, el Yi Peng 3, fondeado ahora frente a la costa nordeste de Dinamarca, que podría tener relación con ambos incidentes.
En los últimos días, ministros de Defensa o Exteriores de estos cinco países lanzaron alertas sobre “guerras híbridas” y rechazaron la hipótesis de causas accidentales. Algunos vieron ahí la mano de Moscú, cosa que Rusia niega. Los dos cables dañados son el C-Lion1, que conecta Helsinki con el puerto alemán de Rostock, y el Arelion, que enlaza Lituania con la isla sueca de Gotland.
Respecto al barco chino, la Armada sueca y los guardacostas suecos detectaron “movimientos de barcos que se corresponden en tiempo y espacio con las interrupciones” de los dos cables, informó el martes el ministro sueco de Defensa Civil, Carl-Oskar Bohlin. Los radares detectaron al granelero chino Yi Peng 3 .
“Estamos presentes en la zona cercana al buque chino Yi Peng 3, confirmaron el jueves las fuerzas armadas danesas en la red social X, sin vincular el buque con los incidentes de los cables. Pekín replicó que “China siempre cumple plenamente las obligaciones de abanderamiento y pide a los buques chinos que acaten estrictamente las leyes y reglamentos ”.
El cable de telecomunicaciones C-Lion1 dejó de funcionar en la madrugada del lunes, probablemente tras ser cortado “por una fuerza externa”, según informó en ese momento la empresa de ciberseguridad y redes de telecomunicaciones Cinia, controlada por el Estado finlandés. El Arelion resultó dañado el domingo, si bien el hecho no trascendió hasta el lunes. “Podemos confirmar que la interrupción del tráfico de internet no se debió a un fallo de los equipos, sino a daños materiales en el cable de fibra óptica”, dijo el martes un portavoz de la filial lituana del operador sueco Telia.
La Fiscalía de Suecia abrió entonces una investigación, con apoyo de Alemania, sobre los dos cables dañados. “Actualmente, la tipificación del delito es la de sabotaje; hay una investigación preliminar en marcha en una fase temprana. No hay más información sobre el caso por el momento”, señaló en un comunicado el fiscal sueco Henrik Söderman.
La Oficina Nacional de Investigación de Finlandia (KRP) anunció también el martes la apertura de pesquisas conjuntas con Suecia sobre la avería del C-Lion1, pues los daños se produjeron cerca del extremo sur de la isla sueca de Öland y dentro de la zona económica exclusiva de Suecia. El Centro Nacional de Gestión de Crisis de Lituania (NKVC) indicó también que no descarta que se trate de un sabotaje.
Estos dos incidentes de avería en infraestructuras en aguas bálticas se suman al daño sufrido en octubre del 2023 por el gasoducto submarino Balticconnector y un cable de telecomunicaciones, ambos entre Finlandia y Estonia. Aunque las investigaciones aún no han concluido, la hipótesis más probable es que las dos roturas fueran causadas por el ancla del buque mercante chino New Polar Bear, que se dirigía a la ciudad rusa de San Petersburgo. La cuestión es si esto habría ocurrido por accidente, como sostiene Pekín, o si fue una acción deliberada.
Estos incidentes en infraestructuras submarinas y las cuestiones de seguridad que las rodean llaman a recordar el mayor y más preocupante suceso en el mar Báltico: el sabotaje a los gasoductos Nord Stream en septiembre del 2022. Aquellas fugas inexplicables en las tuberías desataron acusaciones cruzadas sobre perpetradores rusos o de matriz occidental. Las últimas investigaciones apuntan a una probable autoría ucraniana.
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