En los años ochenta y noventa, Dave Coulier se convirtió en un grande de la televisión gracias a un papel que le convirtió en una estrella global: el del tío Joey en la comedia Full House, bautizada como Padres forzosos en España y Tres por tres en América Latina. Ahora, Coulier, de 65 años, acaba de dar a conocer que tiene un cáncer en estadio III. En oncología, es habitual categorizar los tumores según el grado de agresividad y diseminación, siendo el estadio IV el más grave; según dónde se localice el tumor, ese grado implica gravedad.
El conocido como tío Joey en la ficción de los ochenta y noventa fue diagnosticado en octubre. Ahora cuenta que el tumor es agresivo pero que por el momento no le toca la médula ósea
En los años ochenta y noventa, Dave Coulier se convirtió en un grande de la televisión gracias a un papel que le convirtió en una estrella global: el del tío Joey en la comedia Full House, bautizada como Padres forzososen España y Tres por tres en América Latina. Ahora, Coulier, de 65 años, acaba de dar a conocer que tiene un cáncer en estadio III. En oncología, es habitual categorizar los tumores según el grado de agresividad y diseminación, siendo el estadio IV el más grave; según dónde se localice el tumor, ese grado implica gravedad.
El actor, asentado en Detroit (Michigan), ha contado este 13 de noviembre en exclusiva a la revista People que padece un linfoma no de Hodgkin que le fue diagnosticado en octubre después de sufrir una infección respiratoria. Tras ella, los ganglios linfáticos se le inflamaron notablemente y decidió consultar con especialistas cuando una de las zonas alcanzó el tamaño de una pelota de golf. Entonces le realizaron una tomografía computerizada, una biopsia y varias pruebas y le diagnosticaron el linfoma. El intérprete empezó con quimioterapia dos semanas después —ya ha completado el primer ciclo, de seis tratamientos— y decidió raparse el pelo de manera preventiva.
“Tres días después, mis médicos me llamaron y me dijeron: ‘Ojalá tuviéramos mejores noticias para ti, pero tienes un linfoma no de Hodgkin, se llama de células B y es muy agresivo”, explica en su entrevista con People. ”Pasé de tener un pequeño resfriado a tener cáncer, y fue bastante abrumador”, dice. “Ha sido un viaje muy rápido en una montaña rusa”. Entonces, él y su pareja desde hace casi 20 años, Melissa Bring —con la que se casó en 2014 en una boda que atendió el elenco de Padres forzososy donde el fallecido Bob Saget hizo hasta tres brindis en honor de los novios—, se plantearon qué decisiones tomar. Además, Coulier está a punto de ser abuelo porque su hijo Luc, nacido de su matrimonio con la modelo Jayne Modean a principios de los noventa, va a tener su primer hijo el próximo mes de marzo. “Nos pusimos de acuerdo y dijimos: ‘Vale, ¿hacia dónde vamos? Y [los médicos] tenían un plan muy específico sobre cómo iban a tratarlo”, cuenta en la entrevista. Explica también que entonces los doctores le realizaron una prueba para comprobar si la médula ósea estaba afectada y, por suerte, dio negativo: “En ese momento, mis posibilidades de curación pasaron de algo bajo a un rango del 90%. Así que fue un gran día”.
La madre, la hermana y la sobrina de Coulier, como él mismo ha contado, fallecieron a causa de un cáncer de mama. “He visto por todo lo que han pasado las mujeres de mi familia y pensé: ‘Si puedo ser una décima parte tan fuerte como ellas, estaré bien”, dice. Su hermana mayor, Karen, que es enfermera, también pasó un cáncer, y se ha convertido en uno de sus principales apoyos. “Ha sido un gran apoyo, muy divertida, hacemos chistes de eso. Le digo que en solo cuatro semanas he pasado de ser Virgo a ser Cáncer”.
“Cuando recibí la noticia por primera vez, me quedé de piedra, claro, porque no me lo esperaba, y luego llegó la realidad y me encontré sorprendentemente tranquilo con cualquiera que fuera el resultado”, explica en la revista. “No sé cómo explicarlo, pero había una calma interior en todo ello, y creo que eso es parte de lo que he visto pasar a las mujeres de mi familia. Realmente me lo inculcaron, me inspiraron, en cierto modo, porque eran magníficas pasando por lo que pasaron, y pensé: ‘También puedo con esto’. He tenido una vida increíble en un viaje con gente increíble a mi alrededor y estoy bien. Estoy seguro de que esto te cambia la perspectiva”. Reconoce que tiene “días buenos y días malos”. “Algunos tengo náuseas y mareos, otros donde los esteroides me pegan fuerte y me noto con muchísima energía. Ayer hice skate con unos amigos aquí en Detroit”, relata.
Además de en People, ha decidido contar su experiencia en un podcast llamado Full House Rewind (Padres forzosos rebobinado), que tira de nostalgia seriéfila y cuyos primeros capítulos presentó con sombrero, porque suele lucirlos. Pero ahora ha decidido explicar otro motivo por el que los lleva: “Fue una decisión consciente: voy a enfrentarme a esto y quiero que la gente sepa que esta es mi vida. No estoy intentando ocultar nada. Prefiero hablar de ello, abrir el debate e inspirar a la gente”. También lo hizo, explica, por su mujer: “Vi cómo le afectaron esas palabras y pensé: ‘Voy a ser fuerte en esto, no solo por mí, sino por ella”.
Coulier lleva años siendo un conocido rostro de la televisión. El final de los ochenta y el arranque de los noventa fueron su época más fructífera, donde compaginó los 193 capítulos de la serie que, entre 1987 y 1995, le lanzó a la fama global, y también los más de 60 de Los auténticos cazafantasmas. También ha prestado su voz a muchos personajes de animación en series como Los pequeñecos, Pinky y Cerebro, Los casos de Silvestre y Piolín, Bob&Doug o Padre Made in USA. Además, retomó su papel del tío Joey en una veintena de capítulos de la serie Madres forzosas entre 2016 y 2020.
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