Cristóbal Colón fue un judío sefardí del levante peninsular, según un estudio de su ADN

La emisión del documental ‘Adn Colón’ sobre las investigaciones del forense José A. Lorente generan gran debate. No se han publicado todavía las pruebas genéticas que apuntan a que el navegante no era genovés y manipuló su origen Leer La emisión del documental ‘Adn Colón’ sobre las investigaciones del forense José A. Lorente generan gran debate. No se han publicado todavía las pruebas genéticas que apuntan a que el navegante no era genovés y manipuló su origen Leer  

«Colón era judío, judío de cultura, judío de religión, judío de nación aquí y, sobre todo, de corazón, porque este hombre rezuma judaísmo en sus escritos«.

Ni castellano, ni portugués, ni gallego, ni un noble mallorquín sobrino de los Reyes Católicos. Tampoco genovés. Según apunta un estudio sobre su ADN, Cristóbal Colón era un judío sefardita español, descartando todas las demás teorías sobre su origen.

Un estudio de la Universidad de Granada, iniciado hace más de 20 años para intentar determinar sus raíces, sostiene que el descubridor de América no era genovés ni italiano -la tradicional hipótesis de su nacimiento apoyada por la mayoría de los historiadores y la Real Academia de la Historia de España-, sino que su nacimiento se ubicaría en el arco mediterráneo o en las Baleares, territorios que pertenecían a la Corona de Aragón.

Estas conclusiones se han presentado en el documental Colón ADN. Su verdadero origen, producido por RTVE y Story Producciones y emitido en La 1 este sábado, en el que se reconstruyen las dos décadas de investigación del caso liderado por el forense José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Granada.

Esta investigación televisiva, presentada en clave de true crime, sigue el estudio genético paso a paso y afirma que el análisis del ADN mitocondrial y del cromosoma Y de Hernando Colón, hijo de Cristóbal Colón, muestra características compatibles con un origen judío, lo que rechaza el resto de teorías sobre su procedencia, que también lo vinculaban 25 países o localidades, incluidos Portugal, Galicia, Castilla, Cataluña e incluso Navarra.

El estudio, en el que han colaborado expertos en historia, genética y genealogía, sitúa el perfil genético de Colón en el Mediterráneo occidental, específicamente en «Sefarad», el término hebreo que designa la Península Ibérica. Según los datos ofrecidos por el director del documental, Regis Francisco, en la Edad Media vivían en España alrededor de 200.000 judíos, mientras que en la Península Itálica se estima que vivían tan solo entre 10.000 y 15.000. Donde sí había una población judía mucho mayor era en Sicilia, donde vivían alrededor de 40.000, pero recordemos que, en esta época, pertenecía a la Corona de Aragón. En ambos lugares fueron expulsados en el siglo XII, y de España, en 1492.

Aquí, la Historia juega un papel fundamental, como afirma Francesc Albardaner, ex presidente del Centre d’Estudis Colombins de Barcelona, cuya investigación respalda el trabajo científico de Lorente. «Toda la teoría de que Colón era genovés entra en crisis si se acepta que Colón es judío». ¿Y por qué? Según explica Albardaner, Génova había expulsado a los judíos en el siglo XII: «No había ni personas, ni comunidad, ni sinagoga, ni nada de nada. Los judíos solo podían permanecer en Génova tres días para hacer negocios y luego debían marcharse».

Aunque no se ha logrado determinar el lugar exacto de su cuna, la tesis más probable que defiende Lorente es que Colón era del Levante peninsular. «Si en Génova no había judíos en el siglo XV, las probabilidades de que sea ahí son mínimas», reafirma el investigador. «Tampoco había una gran presencia judía en el resto de la Península Itálica, con lo cual lo dejaríamos muy tenue. No existen teorías sólidas ni indicios claros de que Cristóbal Colón pudiera ser francés. Sicilia también sería extraño, porque si no Cristóbal Colón habría escrito con algunos rasgos italianos o del idioma siciliano. ¿Qué nos quedaría? El arco mediterráneo español o las Islas Baleares«, razona.

Y es que, una de las pruebas con las que se trata de defender el origen peninsular de Colón, a pesar de que se sabe que con 25 años ya estaba en Portugal, es que todas las cartas que se conservan de su puño y letra están escritas en castellano. Nunca se aprecia ni una sola influencia o palabra italiana. Es más, escribía en castellano en las cartas que remitió a un banco de Génova.

«Según mi historia, nace en una familia de tejedores de seda de Valencia – asegura Albardaner – donde había una larga tradición dentro de la comunidad judía que se dedicaban a esta profesión. Yo creo. Bueno, lo que ha salido en el estudio de ADN. Que Colón era judío. Judío de cultura, judío de religión, judío de nación y sobre todo de corazón, porque este hombre rezuma judaísmo en sus escritos».

En esta investigación también se pudo confirmar, según sus autores, que los restos guardados en la Catedral de Sevilla sí pertenecían al descubridor al ser comparados con los de su hijo Hernando. Además, el estudio del ADN desveló otra sorpresa: Diego Colón, tal como describe la historiografía, en realidad no era hermano del navegante, sino un pariente de quinto o sexto grado.

A pesar del impacto del documental en las redes sociales y en medios nacionales y extranjeros, lo cierto es que no se desvelaron pruebas científicas que avalen esta teoría sobre la procedencia del navegante. Se espera que el doctor Lorente haga público los datos recopilados próximamente, un hecho que ha sorprendido a otros científicos, que no esperaban que la investigación se difundiera primero en un programa de televisión antes de en una revista científica.

«Todas las piezas del puzzle encajan», asegura Regis Francisco respecto a esta teoría, fruto de la investigación que nació en 2002. Sin embargo, no lo sabremos con certeza hasta que estos datos se publiquen el próximo mes de noviembre en una revista internacional especializada.

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