Cristina Castaño: «Puedo entender que los hombres no sepan a veces cómo comportarse con las mujeres en esta nueva realidad»

Celebra el éxito inesperado de su última serie y está a punto de ser madre. «Mi talento siempre ha ido por delante de mi belleza», reivindica Leer Celebra el éxito inesperado de su última serie y está a punto de ser madre. «Mi talento siempre ha ido por delante de mi belleza», reivindica Leer  

Una pequeña serie española sobre incendios forestales en Galicia lleva un mes instalada entre lo más visto de HBO Max sin promoción alguna. La protagonista de ‘Lume’ es Cristina Castaño (Vilalba, Lugo, 1978), ella sí sobradamente conocida por ‘La que se avecina’ y ‘Toy Boy’, entre otras muchas.

Apurando los días que le quedan para ser madre por primera vez, la actriz disfruta de este éxito inesperado: «Sabíamos que teníamos un buen proyecto, pero no hemos tenido ningún impulso y es un orgullo lo que está pasando. Es una buena noticia que productos así triunfen. Hay que confiar en las buenas historias contadas sin artificios y sin intentar manipular al espectador. El público no es tonto».

Por desgracia, hemos necesitado muy poquito verano para que los incendios vuelvan a las portadas.
Desde pequeña, he vivido esto. Los gallegos y los portugueses estamos acostumbrados a ir por nuestras carreteras y estar viendo incendios constantemente. Lo hemos normalizado, incluso, y eso es mala cosa. Entonces, ya era hora de que se hiciera una serie al respecto y hablar de quiénes son los culpables de estos incendios. Haberlos, haylos y, a diferencia de las meigas, sus razones no son mágicas sino mucho más mundanas.
¿Te ha costado lograr este tipo de papeles tan intensos tras tanto tiempo en una comedia de masas como ‘La que se avecina’?
Yo me fui de la serie hace diez años y tuvo que ver con mi inquietud como actriz y con querer abarcar todos los registros que sé que puedo mostrar, no quedarme sólo en uno. No tengo ningún problema en que me recuerden por ‘La que se avecina’, que es una serie que nunca se deja de ver y me ha dado mucho. Eso quiere decir que mi personaje estaba bien hecho y la gente le tiene cariño, pero como actriz quiero seguir haciendo otros y que me empiezan a reconocer también por otros. Ya he tenido varios éxitos en ese sentido, como ‘Toy Boy’ o ahora ‘Lume’, así que me siento agradecida y afortunada.
Vives de lo tuyo y vives bien.
Exacto. Ser actriz es una profesión muy compleja que, además, vas descubriendo que es más compleja a medida que pasan los años. De joven eres bastante inconsciente, más ingenua, más audaz, más valiente… Y cuando pasan los años dices: «Dios mío, ¿dónde me he metido?». Por fortuna, siempre he tenido una confianza interna muy fuerte y es una cosa muy vocacional. No me podría dedicar a otra cosa. Soy artista y esto es lo que quiero hacer.
Cuando dices que es más difícil con el paso de los años, ¿piensas en esa barrera que ha supuesto para las actrices llegar a cierta edad?
Me refiero a que eres cada vez más consciente de lo difícil que es sobrevivir en este oficio. Lo de los papeles para las mujeres es cierto, pero ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Yo tengo 46 años y en ‘Lume’ estoy interpretando a una protagonista que es un personaje femenino potente y fuerte. Y con 41 hice la Macarena de ‘Top Boy’, que tres cuartos de lo mismo. Tengo suerte porque he llegado a esta edad en una época donde el papel de la mujer está siendo reivindicado y ahora mismo está de moda ser mujer para ser directora, para ser guionista, para ser protagonista, etcétera. Ha costado mucho esfuerzo y mucho trabajo a un montón de mujeres y las generaciones de actrices que están llegando ahora van a hacerlo con ese terreno más proclive. Esperemos que continúe así y que siga mejorando porque ya era hora. Ahora se tiene que sostener.
¿Te has sentido cosificada en algún momento?
Lo cierto es que no. Nunca me he caracterizado por ser sólo una mujer bonita y creo que va por delante mi talento que mi belleza. Sí que soy muy peculiar, porque soy pelirroja y alta, pero siempre he sentido que se valoraba más mi talento que mi belleza.
Cristina Castaño posa para la entrevista en el Matadero de Madrid.
Cristina Castaño posa para la entrevista en el Matadero de Madrid.Sergio González Valero
Has logrado mantener en secreto tu embarazo durante siete meses. Debe ser récord de España para alguien popular.
Soy una persona extremadamente discreta y protejo mi vida privada. Ahora ya se sabe y no pasa nada, pero tampoco voy a hablar de ello ni a venderlo. Estoy bien, estoy muy contenta y ya está. Sé que la fama forma parte de mi profesión, pero siempre he tenido muy claro que debía conseguir guardarme una parte de mí. Hay cosas que se tienen que saber y otras que es inevitable que la prensa sepa antes o después, un embarazo lo puedes ocultar hasta un límite, pero todo lo que me pueda reservar voy a hacerlo. De todos modos, he aprendido a llevar todo esto de la popularidad con el mejor humor posible.
¿Te cuesta?
Evidentemente, hay veces que te puede apetecer más hacerte una foto o que te saluden y hay veces que te puede apetecer menos, pero siempre voy a intentar ser amable. Que te reconozcan es un buen síntoma, al fin y al cabo.
En redes sociales te abres un poco más.
Soy actriz por delante de todo, pero disfruto de las redes sociales y siento que sí me expongo en ellas. Las utilizo a mi favor, disfruto de la interacción con la gente y me siento bastante privilegiada porque tengo poco hater [risas].
Eso es una bendición en estos tiempos. ¿Cuál es el truco?
Me siento muy afortunada porque no tengo demasiados acosándome y demás. Creo que el truco es, precisamente, ser blanca en tu contenido y centrarte más en tu carrera que en otra cosa. La gente respeta y valora que seas una profesional, pero cruzo los dedos porque cualquier día puede cambiar. Das una opinión sobre algo y de repente se pone todo el mundo en contra. La opinión pública es caprichosa en ese sentido. De todos modos, yo sí me he expresado y me expreso en cuestiones que me tocan directamente o que considero que lo merecen. Una tiene que saber las guerras en las que se mete.
¿En qué guerras te compensa meterte?
Por ejemplo, la defensa del lugar de la mujer, en recuperar posiciones que hemos perdido durante tantos siglos, defender que la mujer tenga un lugar igualitario con respecto a la figura masculina. Esa es una guerra en la que vale la pena meterse.
No debería ser una guerra.
Creo que hay una nueva realidad que tenemos que habitar todos y que para mucha gente supone una nueva posición. Entonces, puedo entender que los hombres no sepan en algún momento cómo comportarse respecto a la mujer. Están muy acostumbrados a comportarse de una manera y vivimos una reeducación para todos. Es una época de tránsito que tenemos por la que todos tenemos que pasar y no culpo al hombre en ese sentido, puedo entender su incertidumbre ante esta nueva situación. Lo que no me gusta es que crezcan posturas que pretenden retroceder 50 años en los derechos de la mujer. Eso sí me preocupa.
Ahora que vas a ser madre, ¿te preocupa más el mundo que estamos dejando?
No. Me parece una visión alarmista. Creo que cualquier época es buena para traer un niño al mundo y que la actual no es peor que las anteriores. En España vivimos en una sociedad privilegiada, pero nos encanta decir que las cosas están peor de lo que están. Por supuesto que hay cosas que arreglar o que proteger, como la sanidad pública, pero si te vas a vivir a otros países ves lo bien que estamos aquí. Me preocuparía traer un niño al mundo en otros lugares, pero no en mi país. Aquí nadie me va a quitar la ilusión.

 Cultura // elmundo

Noticias Similares