Carlos Mazón no piensa dimitir. Tampoco tiene previsto, de momento, realizar cambios en su Gobierno para, entre otros, apartar a la consellera Salomé Pradas, responsable de la gestión de Emergencias y sobre la que se ha desatado una oleada de críticas. El president, según fuentes del PP, está decidido a seguir en su puesto gestionando y liderando la operativa para la recuperación de los trágicos efectos que ha provocado la DANA en Valencia, entre estos más de 200 muertos y decenas de miles de damnificados. “Esa es ahora su prioridad”, apuntan.
El president comió con una periodista y llegó al centro de coordinación pasadas las 19 horas
Carlos Mazón no piensa dimitir. Tampoco tiene previsto, de momento, realizar cambios en su Gobierno para, entre otros, apartar a la consellera Salomé Pradas, responsable de la gestión de Emergencias y sobre la que se ha desatado una oleada de críticas. El president, según fuentes del PP, está decidido a seguir en su puesto gestionando y liderando la operativa para la recuperación de los trágicos efectos que ha provocado la DANA en Valencia, entre estos más de 200 muertos y decenas de miles de damnificados. “Esa es ahora su prioridad”, apuntan.
Mazón defiende que en todo momento actuó de acuerdo con la información que le llegaba de Aemet, de la Confederación Hidrográfica del Xúquer y del Gobierno el día 29, y que posteriormente, desde el minuto uno, estuvo pidiendo recursos para socorrer a los miles de valencianos que estaban siendo inundados por el agua.
Tampoco tiene previsto abrir una crisis en su Consell. No lo hará a pesar de que se da ya por amortizada a la consellera Pradas, la misma que dijo el jueves que desconocía el sistema de alerta ES-alert y que negó que la delegada del Gobierno le ofreciera recursos la mañana de la DANA; varios videos la desmienten.
Fuentes próximas al president reconocen que más pronto que tarde habrá cambios en el Gobierno, que no solo afectarían a Pradas, pero que no es momento ahora de afrontarlo “porque la urgencia es iniciar la reconstrucción”. Un dato: desde ayer, la vicepresidenta Susana Camarero ejerce de portavoz para explicar la gestión cada día; es la pieza más fuerte de su equipo en estos momentos y en la que más confía el president.
Sobre Mazón pesa como handicap político su ausencia del Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) durante varias horas el día que se desató la DANA. Ayer, tras días de misterio, Presidencia reconoció que, tras la reunión que mantuvo con empresarios y sindicatos por la mañana, acudió a una comida con la periodista Maribel Vilaplana, de larga trayectoria profesional y actual consejera del Levante Unión Deportiva. El encuentro era una toma de contacto de Mazón para ofrecerle la dirección de la Radio Televisión Valenciana, À Punt, que ahora dirige Alfred Costa. La periodista confirmó que rechazó la oferta. Esta comida se inició pasadas las 14.30 horas en un céntrico restaurante de València muy concurrido por políticos y periodistas, El Ventorro. El ágape finalizó sobre las 18 horas, y desde allí el president se dirigió al Palau de la Generalitat, a una distancia de unos 15 minutos. Posteriormente, se trasladó al Cecopi, a donde llegó pasadas las 19 horas, cuando la DANA ya había hundido localidades como Utiel, Requena o Paiporta, causando muchos muertos.
Mazón tardó horas en incorporarse al centro de coordinación debido a una comida que se alargó hasta las 18 horas
Desde Presidencia se informó ayer que antes de la comida el president ya había recibido toda la información que había hasta ese momento de la evolución de la DANA por parte de la consellera Salomé Pradas. Asimismo, durante todo el encuentro, añaden, Mazón también estuvo recibiendo información de la evolución del temporal por parte de la responsable de Emergencias del Ejecutivo autonómico, que estaba ya con su equipo siguiendo y supervisando la evolución de la situación desde el centro de mando ubicado en la localidad de L’Eliana.
Como ya se conoce, la alerta a la población para advertirla de los riesgos del temporal se lanzó una hora más tarde, pasadas las 20 horas; justo en el momento en el que el president ofrecía su primera rueda de prensa para explicar la situación provocada por la DANA.
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La situación política de Mazón se ha deteriorado mucho en los últimos días. La crítica ahora no se dirige tanto al hecho de que se lanzara muy tarde la alerta o a que tardara en solicitar al Gobierno el despliegue del ejército para el rescate de personas y apertura de vías colapsadas. Ahora, la crítica que se le hace incluso desde Génova es esa ausencia durante varias horas del Cecopi.
Desde la Generalitat Valenciana defienden que tampoco acudió la delegada del Gobierno, y que fue la Confederación Hidrogràfica del Xúquer la responsable de no suministrar la información sobre la gravedad del asunto.
Fuentes del Cecopi confirmaron a este diario que la jornada del 29 fue un “caos” de coordinación. Salomé Pradas, añaden, no supo dirigir la situación de estrés que se estaba viviendo, con multitud de mensajes que continuamente estaban llegando desde las agencias del Estado. En varios momentos, incluso se negó a trasladar ciertas informaciones al president “por inseguridad e inexperiencia en la gestión de una crisis”.
El dirigente valenciano está convencido de que adoptó las decisiones correctas y que la culpa fue del Gobierno
Fuentes del Gobierno señalan que, días después, en la visita que realizó Pedro Sánchez al Cecopi, se tuvo la impresión de que la consellera no estaba entendiendo la dimensión de la tragedia. Esa es una de las razones que llevaron al Gobierno a destinar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al Cecopi, junto al despliegue de miles de militares que han acelerado las labores de recuperación en algunas de las zonas devastadas por la DANA.
Carlos Mazón está decidido a seguir en su puesto de president de la Generalitat, y el jueves de la próxima semana, a petición propia, comparecerá en las Corts Valencianes para rendir cuentas de la gestión de su Gobierno en la crisis de la DANA desde el día 29 hasta ahora. Se intuye que en las próximas horas y días va a tener que soportar más críticas y más presión. Pero ni él, ni nadie de su Gobierno, se van a mover de su lugar, de momento.
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