BBVA Spark concede hasta 50 millones de deuda a Sesame HR y entra en el nuevo mercado de la financiación de la captación de clientes

Se convierte en uno de los primeros actores europeos en apostar por esta vía en la que el crédito está directamente vinculado a los nuevos clientes que se consiguen con él Leer Se convierte en uno de los primeros actores europeos en apostar por esta vía en la que el crédito está directamente vinculado a los nuevos clientes que se consiguen con él Leer  

BBVA Spark financiará con hasta 50 millones de euros a la startup valenciana Sesame HR a través de una nueva línea de negocio que se une al creciente mercado de la financiación de la captación de clientes de las empresas de software. BBVA se convierte así en una de las primeras empresas europeas en otorgar este tipo de financiación que va más allá del préstamo tradicional.

El modelo está pensado para apoyar a las empresas en su expansión internacional y se va desembolsando a medida que la compañía crece en clientes. Así, la startup financia los gastos de marketing para captar nuevos usuarios y el crecimiento de su personal de ventas y, posteriormente, reembolsa la deuda con intereses mediante los pagos de las nuevas suscripciones que han vendido.

Se trata de un modelo similar al que el fondo estadounidense General Catalyst ha puesto en marcha en Europa con la empresa española Factorial como primer cliente y al que ahora se ha unido también Lingokids.

El acuerdo permite a Sesame HR obtener liquidez flexible sin que sus fundadores se diluyan en el capital y con autonomía para desplegar su estrategia. Por su parte, BBVA monitoriza la situación del negocio en tiempo real y permite acomodar la financiación a la situación de la empresa.

«Confiamos en que este tipo de soluciones innovadoras seguirán despertando interés entre compañías que buscan alternativas al venture debt o al equity, especialmente en un entorno donde preservar el control de la empresa y maximizar el uso eficiente del capital son prioridades estratégicas», apunta Santiago Muguruza, director de BBVA Spark, en declaraciones a EL MUNDO.

Este tipo de acuerdos está enfocado a empresas de software que tienen modelos de suscripción (Saas). La lógica detrás de la operación es que es el crecimiento de la compañía el que permite ir pagando la financiación obtenida.

Muguruza no da un número concreto de operaciones anuales con la que Spark se sentiría cómoda, pero sí señala que en los último tres años unas 600 empresas de Saas en Europa y Latinoamérica han levantado rondas de financiación en etapas iniciales, lo que podría ser una buena muestra de su mercado objetivo. «Nos interesan aquellas compañías que ya han lanzado un producto o servicio al mercado y que cuentan con potencial para revolucionar las industrias existentes o crear categorías completamente nuevas», señala el directivo, que apunta a que el ticket puede llegar a los 50 millones comprometidos con Sesame o ser mucho menor, en torno a cinco millones de euros, en función del cliente.

Sesame ejemplifica bien el tipo de cliente que busca BBVA Spark para este producto. La compañía valenciana cuenta con 20 millones de euros de ingresos anuales, 350 empleados y unos 15.000 clientes con una parte relevante en México. La startup espera usar estos fondos reforzar también su presencia en Italia y Portugal y llegar a mercados como Francia y Alemania.

La empresa comercializa soluciones orientadas a gestión de plantilla como registros horarios, digitalización documental o bases de datos para empresas de todos los tamaños. Se trata de un tipo de empresa que depende del gasto intensivo en publicidad y mantener equipos de ventas para su crecimiento, una inversión intensiva que luego se amortiza porque los clientes que captan suelen mantener el producto durante mucho tiempo.

En este contexto, una de las vías naturales que tienen para crecer es abrir nuevos mercados. Sin embargo, si hay una financiación directa en forma de ronda y el ‘asalto’ a uno de estos nuevos países fracasa, el coste de oportunidad perdido es muy elevado, mientras que en este caso, un resultado adverso es mucho más gestionable.

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