El mausoleo a ‘Los Caídos’ de Pamplona, el segundo mayor monumento de exaltación franquista de España tras Cuelgamuros, será resignificado y derribado parcialmente. Un acuerdo entre EH Bildu, formación que ostenta la Alcaldía, el PSN y Geroa Bai ha desatascado por fin esta cuestión a través de un pacto de mínimos: se descarta la vía del derribo total y se opta por eliminar los elementos arquitectónicos que incluyen simbología franquista. El diseño final del monumento y de la céntrica plaza se determinará a través de un concurso de ideas.
El alcalde, de EH Bildu, alcanza un acuerdo con PSN y Geroa Bai para “resignificar” el segundo mayor monumento franquista de España, tras Cuelgamuros
El mausoleo a ‘Los Caídos’ de Pamplona, el segundo mayor monumento de exaltación franquista de España tras Cuelgamuros, será resignificado y derribado parcialmente. Un acuerdo entre EH Bildu, formación que ostenta la Alcaldía, el PSN y Geroa Bai ha desatascado por fin esta cuestión a través de un pacto de mínimos: se descarta la vía del derribo total y se opta por eliminar los elementos arquitectónicos que incluyen simbología franquista. El diseño final del monumento y de la céntrica plaza se determinará a través de un concurso de ideas.
Las formaciones que suscriben el acuerdo ofrecerán los detalles del mismo este mediodía, aunque Diario de Noticias ha adelantado la noticia a primera hora de la mañana. Estas formaciones han elegido el 20 de noviembre, 49 aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, para anunciar una decisión de mucho calado en Navarra, por la polarización que existe en torno a este monumento, símbolo histórico del bando sublevado.
A falta de que el alcalde de la ciudad, Joseba Asiron, explique todos los detalles, fuentes conocedoras del acuerdo confirman que, además de derribarse elementos de simbología franquista, se tapará la cúpula del edificio y se creará un espacio de memoria. Este lugar para la memoria se llamará Maravillas Lamberto, en honor a la niña de 14 años violada y asesinada junto a su padre por los falangistas en agosto de 1936.
El acuerdo llega tras una larguísima controversia en torno a qué hacer con el monumento a ‘Los Caídos’, que los sucesivos gobiernos de UPN nunca pusieron en cuestión. En el año 2009, no obstante, la Ley de la Memoria Histórica obligó a cambiar el nombre de la plaza en la que se encuentra. Se llamaba plaza Conde de Rodezno, en honor a Tomás Domínguez Arévalo, persona clave en el golpe de 1936, ministro de Justicia entre 1938 y 1939 y, desde ese cargo, responsable de una feroz represión.
La alcaldesa entonces, Yolanda Barcina, después presidenta de Navarra, trató de sortear la Ley de Memoria Histórica utilizando el nombre de plaza del Condado de Rodezno. Con la llegada de EH Bildu al poder en 2015, el nombre de la plaza cambió definitivamente a plaza de la Libertad.
En la primera legislatura de Joseba Asiron (2015-2019) se inició, además, un proceso para resignificar el monumento y se puso en marcha un concurso de ideas. Seis de los proyectos finalistas apostaban por mantener el edificio resignificándolo y cambiando su uso, mientras que uno de ellos apostaba por su derribo casi total.
El regreso al poder de UPN en 2019, sin embargo, frustró aquel proceso, hasta que finalmente, con la llegada de EH Bildu a la Alcaldía hace 11 meses, se ha vuelto a abrir paso la transformación del edificio, acompañada de un proceso de descatalogación de la protección del monumento.
El mausoleo a ‘Los Caídos’, ubicado en el Segundo Ensanche pamplonés, fue edificado en 1942 por los arquitectos José Yárnoz y Victor Eusa, con el nombre oficial de ‘Navarra a sus Muertos en la Cruzada’. Se erigió en memoria de los 4.500 navarros muertos en el bando sublevado en la Guerra Civil española, y en su cripta se hallaban enterrados algunos de los principales responsables del golpe de Estado de 1936, como Emilio Mola y José Sanjurjo.
El edificio fue durante décadas un símbolo para quienes simpatizaban con el bando sublevado en Pamplona y en Navarra, mientras que ha constituido una afrenta difícil de soslayar, por su tamaño y céntrica ubicación, para quienes se identifican con el bando perdedor.
Esta situación ha tenido una traslación política hasta nuestros días. UPN, PP y Vox se han opuesto a resignificar el edificio, mientras que EH Bildu, el PSN, Geroa Bai y las fuerzas ubicadas en el espacio de Podemos y Sumar apostaban por intervenir en la zona. Sin embargo, el grado de intervención o la apuesta por la demolición o no del monumento ha dividido a estas formaciones, hasta que las tres primeras formaciones han alcanzado ahora un acuerdo.
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