Ansu Fati ya tiene nueva casa. El canterano blaugrana aterrizó en Mónaco el jueves junto a su padre, Bori Fati, para pasar la revisión médica, y en los despachos del Camp Nou junto a su agente, Jorge Mendes, ya preparan el comunicado que anunciará este fin de semana la cesión del atacante hasta final de temporada con una opción de compra cercana a los 11 millones de euros. El Barça se reservará una opción de recompra por unos 28 millones. Con su salida, el club libera ocho millones para inscribir nuevos fichajes.
Se marcha cedido al Mónaco, deja un espacio de 8 millones de euros en el fair play y el dorsal 10 será para Lamine Yamal
Ansu Fati ya tiene nueva casa. El canterano blaugrana aterrizó en Mónaco el jueves junto a su padre, Bori Fati, para pasar la revisión médica, y en los despachos del Camp Nou junto a su agente, Jorge Mendes, ya preparan el comunicado que anunciará este fin de semana la cesión del atacante hasta final de temporada con una opción de compra cercana a los 11 millones de euros. El Barça se reservará una opción de recompra por unos 28 millones. Con su salida, el club libera ocho millones para inscribir nuevos fichajes.

Alejandro García / EFE
Para recalar en el club monegasco, el delantero tuvo que pasar antes por los despachos de la ciudad deportiva blaugrana para adecuar su contrato, ampliándolo un año más –hasta 2028– y difiriendo su ficha. Esta medida se debe a que, con un salario de 10 millones brutos anuales, el jugador ostenta una de las fichas más altas de la plantilla. El objetivo del Barcelona con esta cesión era que el Mónaco asumiera al menos el 50% del salario del jugador, pero el club monegasco solo accedió a abonar el 30%. Con esta ampliación del contrato, los dos clubs se reparten a medias la ficha de la cesión. Con esta salida temporal, el club espera que el jugador recupere la confianza perdida. “Tiene 23 años, hablamos de él como si tuviera 30. Aún tiene mucho por aprender”, recordaba Deco en La Vanguardia.
Con el préstamo del delantero, el Barcelona libera ocho millones de euros para inscribir fichajes
Fati ha sido víctima de las expectativas y de las lesiones. Había muchas esperanzas puestas en él. Tras la despedida de Messi en 2021, el club le otorgó el dorsal 10. Se le veía como el heredero. No faltaban motivos: el canterano, eléctrico, con chispa y desequilibrio, se había convertido en el futbolista más joven en marcar con el Barça en Liga y en el Camp Nou. También fue el más precoz en anotar en la historia de la Champions, con 17 años y 40 días. Ante tanta expectativa, se le renovó hasta 2027. Fue el segundo, tras Pedri, en tener una cláusula de 1.000 millones.

Adrian Quiroga / Shooting / Colaboradores
Entonces llegaron las lesiones. En dos temporadas, apenas pudo disputar 25 partidos. Todo comenzó el 7 de noviembre de 2020, cuando sufrió una rotura en el menisco de la rodilla izquierda ante el Betis. Tuvo que pasar hasta cuatro veces por el quirófano. Se frenó en seco y se perdió casi un año de competición. Regresó ante el Levante el 26 de septiembre de 2021: ingresó en el minuto 80 y marcó. Ronald Koeman lo celebró con entusiasmo. Pero la alegría fue efímera. Dos meses después, mientras el Barça cerraba el fichaje de Xavi como entrenador y con Sergi Barjuan al frente de forma interina, el canterano se rompió el bíceps femoral de la pierna izquierda ante el Celta.
Otros dos meses de baja. Cuando reapareció ante el Athletic Club en San Mamés, le bastó media hora para recaer de la misma lesión. Todo fueron lágrimas de desconsuelo. Xavi le abrazó. Y hubo cumbres en el Camp Nou para decidir cómo ayudarle. Le recomendaron pasar por el quirófano, pero Ansu lo descartó porque sentía demasiado pánico. Y, a aquel adolescente de 18 años que había perdido la sonrisa lo cedieron al Brighton. Se lesionó el 30 de noviembre en su tercera titularidad consecutiva. Con el club inglés marcó en octubre de 2023 su último gol en liga hasta la fecha.
La decisión de Flick
Este año, Flick lo ha dejado fuera de la convocatoria en numerosas ocasiones y le aconsejó salir en enero. Pero Ansu quiso quedarse hasta junio. Durante ese tiempo encontró en Lewandowski una figura de apoyo. Incluso llegaron a quedarse después de los entrenamientos para practicar lanzamientos de penalti. Otros días no fueron fáciles: en ocasiones, Flick debía armar dos equipos de 11 jugadores para los ensayos prepartido… y Ansu se quedaba fuera. No ha llegado a los 300 minutos disputados.
Lee también
Ahora, con esta salida al Mónaco, el delantero quiere reencontrarse con una versión que se adapte a su nueva realidad: la de haber pasado cuatro veces por el quirófano. Lo hará sin ser víctima de las grandes expectativas y, sobre todo, lejos de la sombra de Lamine Yamal, un gran amigo que ha ocupado su trono y que ahora heredará su dorsal número 10.
Deportes