Alejo García, expsicólogo del Atlético de Madrid: “Hablar de salud mental es un acto de fortaleza, no de debilidad. Eso ha permitido que muchos deportistas se atrevan a pedir ayuda antes de llegar al límite”

Cada vez más, la salud mental está dejando de ser un tema tabú en el fútbol profesional. En este deporte, cada segundo cuenta y, en muchas ocasiones, cada error puede llegar a costar un título. Pero hay veces en las que la cabeza pesa más que las piernas, y es fundamental saber gestionar la presión de un entorno tan competitivo. 

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 El experto en psicología deportiva, Alejo García, que trabajó con el primer equipo del Atlético de Madrid, reflexiona sobre la presión, las lesiones y la importancia de cuidar la mente: “Sin salud mental, el rendimiento se desploma, dentro y fuera del campo”  

Cada vez más, la salud mental está dejando de ser un tema tabú en el fútbol profesional. En este deporte, cada segundo cuenta y, en muchas ocasiones, cada error puede llegar a costar un título. Pero hay veces en las que la cabeza pesa más que las piernas, y es fundamental saber gestionar la presión de un entorno tan competitivo. 

Sin salud mental no hay rendimiento, o este es mucho más bajo del que se podría alcanzar en función del potencial propio. Por tanto, es fundamental cuidarse no solo físicamente, sino también mentalmente. Y más aún en los deportes de alta competición, donde la ansiedad, la presión, los bloqueos o el miedo al error a veces forman parte del partido.

Recuerdo a un delantero que perdió confianza tras no marcar varias jornadas y evitaba situaciones de remate. Con visualización, recuperó su eficacia en pocas semanas

Alejo GarcíaDoctor en Psicología

Cada vez son más las voces destacadas dentro del fútbol que reconocen lo evidente. “Al principio, el jugador que acudía al psicólogo lo hacía en secreto o con cierta vergüenza, como si fuera una señal de debilidad. Muy pocos lo hacían abiertamente. Con el tiempo, el enfoque cambió”, confiesa el experto Alejo García, expsicólogo del Atlético de Madrid.

Los deportistas de élite viven bajo la lupa mediática, y hay que tener una mente preparada para soportar la presión, gestionar los fracasos, encajar las decisiones del entrenador y mantener la confianza cuando no llegan los resultados esperados, por los que tanto se ha trabajado. “Hoy, por suerte, recurrir a ayuda psicológica muchos lo ven como un recurso estratégico para rendir mejor”, cuenta García.

La vuelta a la competición tras una lesión suele ser la más compleja: el miedo a recaer, a no estar al nivel, a perder el puesto… 

Alejo GarcíaDoctor en Psicología

El experto es doctor en psicología y lleva más de 25 años dedicado a esta disciplina, “cuando aún la figura del psicólogo del deporte no estaba integrada en los clubes como lo está hoy”, explica. A lo largo de los años, García ha trabajado en el Atlético de Madrid, UD Almería, CD Tacón y con selecciones nacionales de atletismo (RFEA). En la actualidad, se ha adentrado también en el mundo de los esports, donde, para sorpresa de muchos, la exigencia mental es muy alta.

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Atlético de Madrid
Sergio Pérez / EFE

Cuando trabajaba en el vestuario del Atlético de Madrid, “mi trabajo era multidimensional. Con el primer equipo, colaboraba estrechamente con el cuerpo técnico para optimizar el rendimiento individual y colectivo, interviniendo tanto a nivel preventivo como en situaciones de crisis”, explica. En la cantera, el enfoque era más formativo: ayudaba a los jóvenes a desarrollar habilidades psicológicas básicas y los acompañaba en su crecimiento personal y deportivo. “También formábamos a entrenadores y trabajábamos con las familias, porque la educación emocional es un trabajo de equipo”.

¿Puede compartir alguna situación concreta en la que su intervención fuera decisiva?

Sí, recuerdo el caso de un delantero que, tras varias jornadas sin marcar, había perdido la confianza y evitaba situaciones de remate. Trabajamos intensamente en su preparación mental: redefinimos objetivos, entrenamos el foco atencional y utilizamos visualización guiada. En pocas semanas recuperó la iniciativa y volvió a marcar con regularidad. A veces, pequeños ajustes mentales desbloquean grandes cambios en el rendimiento.

Los excepcionales comparten una mentalidad ganadora y de crecimiento: son fuertes mentalmente, aprenden rápido del error y tienen una motivación interna muy fuerte

Alejo GarcíaDoctor en Psicología

Cuando usted empezó, ¿cuántos jugadores pedían ayuda psicológica?

Era un tema tabú. Al principio, el jugador que acudía al psicólogo lo hacía en secreto o con cierta vergüenza, como si fuera una señal de debilidad. Muy pocos lo hacían abiertamente. Con el tiempo, el enfoque cambió: empezaron a entender que cuidar y entrenar la mente era tan importante como cuidar el cuerpo. Hoy, por suerte, muchos lo ven como un recurso estratégico para rendir mejor.

¿Cómo se entrena la gestión de la presión antes de un partido decisivo?

Se entrena, como todo. Trabajamos técnicas de respiración, visualización, diálogo interno y rutinas precompetitivas. Pero sobre todo, se entrena la capacidad de centrarse en el presente y en lo que uno puede controlar. No se trata de eliminar la presión, sino de aprender a convivir con ella sin que bloquee. La clave está en preparar la mente con la misma disciplina con la que se prepara el físico.

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Atlético de Madrid de los jugadores durante un entrenamiento en Los Ángeles
Atlético de Madrid / EFE

Muchos jugadores se definen únicamente por lo que hacen en el campo. Cuando hay una lesión, un cambio de club o llega la retirada, si su identidad está solo anclada al rendimiento, pueden entrar en crisis

Alejo GarcíaDoctor en Psicología

¿Qué diferencia mentalmente a un gran jugador de uno excepcional?

He visto que los verdaderamente excepcionales comparten una mentalidad ganadora y de crecimiento: son fuertes mentalmente, aprenden rápido del error, tienen una motivación interna muy fuerte y una capacidad casi quirúrgica de concentrarse en el ahora. Además, tienen una enorme tolerancia a la frustración y son muy autocríticos sin caer en la autodestrucción.

¿Cuál es el momento más difícil para un jugador lesionado?

Cada fase tiene su dureza, pero emocionalmente la vuelta a la competición suele ser la más compleja: el miedo a recaer, a no estar al nivel, a perder el puesto… Todo eso genera mucha inseguridad. Por eso trabajamos la confianza progresiva, el acompañamiento emocional y herramientas de afrontamiento. La cabeza necesita recuperarse igual que el cuerpo.

El talento necesita espacio para desarrollarse con equilibrio. Y ese equilibrio se rompe cuando se antepone el resultado al proceso de aprendizaje

Alejo García

¿Qué papel juega la identidad personal en el fútbol?

Es fundamental. Muchos jugadores se definen únicamente por lo que hacen en el campo, y eso es peligroso. Cuando hay una lesión, un cambio de club o llega la retirada, si su identidad está solo anclada al rendimiento, pueden entrar en crisis. Por eso, desde la base, trabajamos en que el deportista construya una identidad más rica, que incluya quién es como persona, no solo como jugador, además de tener que estudiar.

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Atletico Madrid’s Antoine Griezmann reacts REUTERS/Violeta Santos Moura
Violeta Santos Moura / Reuters

¿Cuáles son los errores más frecuentes que cometen padres o entrenadores con niños talentosos?

Presionar demasiado, vivir el éxito del niño como propio o hacerle creer que su valor depende del rendimiento. También querer que maduren emocionalmente antes de tiempo. El talento necesita espacio para desarrollarse con equilibrio. Y ese equilibrio se rompe cuando se antepone el resultado al proceso de aprendizaje.

¿Qué señales indican que un deportista necesita ayuda psicológica, aunque no lo diga?

Cambios en el estado de ánimo, aislamiento, irritabilidad, insomnio, falta de concentración o bajada de rendimiento sin causa física clara son señales de alerta. A veces lo expresan con el cuerpo antes que con palabras. Por eso es clave que entrenadores y entorno estén atentos y tengan la confianza suficiente para abrir ese diálogo.

¿Le sorprendió el nivel de estrés en los esports?

Muchísimo. Desde fuera puede parecer un entorno más relajado, pero dentro hay una presión brutal: jornadas interminables, altísima competitividad, visibilidad constante en redes sociales, poca desconexión y, a veces, muy poca preparación emocional. La exigencia psicológica es comparable a la del deporte profesional tradicional. También, falta de hábitos saludables, aunque poco a poco está evolucionando positivamente.

Todos enfrentamos presión, incertidumbre o autoexigencia, y contar con herramientas de autorregulación emocional marca una diferencia enorme

Alejo GarcíaDoctor en Psicología

¿Qué ha cambiado para que se hable más abiertamente de salud mental en el deporte?

Varias cosas: más información, más referentes que han roto el silencio y, sobre todo, un cambio generacional. Hoy se entiende que hablar de salud mental es un acto de fortaleza, no de debilidad. Eso ha permitido que muchos deportistas se atrevan a pedir ayuda antes de llegar al límite.

¿Qué recursos o estrategias que utiliza con deportistas cree que también pueden ser útiles para cualquier persona en su día a día?

Hay tres hábitos muy útiles: establecer rutinas mentales (como los deportistas hacen con sus rituales), entrenar la atención plena (mindfulness, respiración) y aprender a gestionar el diálogo interno. Todos enfrentamos presión, incertidumbre o autoexigencia, y contar con herramientas de autorregulación emocional marca una diferencia enorme, tanto en el deporte como en la vida.

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