Aitana, entre la cautela y las ganas de fútbol

Como un Miura cuando sale del burladero. Encendida y revolucionada. Con hambre de fútbol. Deseosa de contactar con el balón. De combinar, triangular y encontrar la portería. Sin pausa. Corriendo en todas las direcciones. Como si se tratara de su debut. La ilusión personificada. Tras el aperitivo ante Portugal, de apenas diez minutos, Aitana Bonmatí volvió a disfrutar ante Bélgica. La del Barça, que dispuso de toda la segunda parte, transmitió en cada acción sus ganas de volver a sentirse futbolista tras superar en tiempo récord la meningitis vírica que puso en vilo su participación en la Eurocopa.

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 La blaugrana quiere más minutos tras superar una meningitis  

Como un Miura cuando sale del burladero. Encendida y revolucionada. Con hambre de fútbol. Deseosa de contactar con el balón. De combinar, triangular y encontrar la portería. Sin pausa. Corriendo en todas las direcciones. Como si se tratara de su debut. La ilusión personificada. Tras el aperitivo ante Portugal, de apenas diez minutos, Aitana Bonmatí volvió a disfrutar ante Bélgica. La del Barça, que dispuso de toda la segunda parte, transmitió en cada acción sus ganas de volver a sentirse futbolista tras superar en tiempo récord la meningitis vírica que puso en vilo su participación en la Eurocopa.

En poco más de cinco minutos desde su ingreso en el campo, la de Sant Pere de Ribes realizó un centro peligroso, rozó el gol con un chut desde la frontal que pasó cerca del palo e inició la jugada del tercer tanto. Volvió a buscar los tres palos en dos chuts taponados por la defensa. La imagen más repetida de Aitana en el césped del Stockhorn Arena fue con los brazos extendidos hacia abajo pidiendo el balón, siempre con una línea de pase favorable para una compañera. Su movilidad, en todas partes la catalana, contribuyó a que saliera la mejor versión de la roja . Pero al final del partido, la fatiga y la inactividad se notaron en su cara. Probablemente también como consecuencia del virus que la tuvo ingresada dos días en un hospital de Madrid.

“No me gusta que me frenen, pero los médicos hacen su función”, dijo la catalana antes del duelo con Bélgica

“Si fuera por ella jugaría ya (de inicio), pero debemos tener paciencia y la progresión adecuada”, explicó Montse Tomé tras la goleada a las red flames (6-2). Su último partido completo data del 7 de junio en la final de Copa. La seleccionadora, que ya había advertido de la necesidad de “frenar” a la blaugrana, añadió que no quieren “correr ningún riesgo porque es una jugadora vital”. “Es una gestión que debemos llevar con cabeza”, concluyó. Y es que Aitana, reemplazada estos días por una gran Vicky López, ha convertido en un suspiro una dolencia que la mayoría de mortales tardarían cerca de diez días en superar, como también le pronosticaron a la propia futbolista.

La Balón de Oro no solo ha vencido al virus acortando plazos, en apenas tres días, sino que además ha sacado fuerzas para verse capaz de exprimir su físico en un terreno de juego. “Estoy para jugar 90 minutos. No me gusta que me frenen, pero evidentemente los médicos hacen su función. Me frustra porque me veo bien (…) Ya lo he pasado suficientemente mal como para alargar el proceso”, dijo Aitana en una entrevista para As, justo antes del duelo contra Bélgica.

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La catalana se despertó el jueves 26 de junio con ”muchísimo dolor de cabeza” y acudió al hospital, donde le hicieron varias pruebas hasta dar con su dolencia gracias a una punción lumbar. Por fortuna, la meningitis no fue bacteriana, sino vírica, que es más leve. Aitana se sintió “un poco sola” en el hospital, sin su “gente”, aunque sus padres se ofrecieron a ir a la capital española y estuvo arropada por distintos miembros de la Federación, también por su “amiga María, que se perdió las fiestas” de Sant Pere de Ribes.

La catalana se despertó el jueves 26 de junio con ”muchísimo dolor de cabeza”, pero “ya estaba mejor” el sábado

La barcelonista “ya estaba mejor” el sábado y horas después recibió el alta hospitalaria, ya demasiado tarde para unirse a una expedición española que aterrizó en Lausana el domingo 29 de junio. Aitana no perdió el tiempo y al día siguiente, el lunes, se unió a sus compañeras en territorio helvético. Su misión era clara: vestirse de corto ante Portugal el 3 de julio. “Era una enfermedad que se podía inflamar de nuevo”, le advirtieron los médicos antes de saltar al campo en el minuto 81 contra las lusas.

Tras los 45 minutos ante Bélgica, la del Garraf, que asegura no haberle “afectado mucho físicamente” la enfermedad, podría gozar de su primera titularidad ante Italia, ya clasificada España. “Una Euro es de los torneos que toda futbolista quiere jugar. Son por estos momentos por los que trabajamos duro”, indicó una Aitana imparable, incluso ante un virus.

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