Diez días después de la devastadora riada de la Comunidad Valenciana, Alberto Núñez Feijóo reunió ayer por videoconferencia a los presidentes autonómicos de su partido para mostrar su unidad ante la tragedia. “El Estado de las autonomías ha funcionado. La solidaridad de las comunidades autónomas del PP ha sido ejemplar”, sentenció el líder popular, que contrapuso la ayuda ofrecida por sus barones a la del Gobierno central. “Nadie la ha tenido que solicitar y a nadie hemos tenido que llamar”, abundó en sus críticas a la Moncloa por esperar a que la Generalitat Valenciana solicitara los medios que necesitaba.
Inquietud de los líderes autonómicos ante las tensiones con el president valenciano
Diez días después de la devastadora riada de la Comunidad Valenciana, Alberto Núñez Feijóo reunió ayer por videoconferencia a los presidentes autonómicos de su partido para mostrar su unidad ante la tragedia. “El Estado de las autonomías ha funcionado. La solidaridad de las comunidades autónomas del PP ha sido ejemplar”, sentenció el líder popular, que contrapuso la ayuda ofrecida por sus barones a la del Gobierno central. “Nadie la ha tenido que solicitar y a nadie hemos tenido que llamar”, abundó en sus críticas a la Moncloa por esperar a que la Generalitat Valenciana solicitara los medios que necesitaba.
Pero el afán por transmitir el apoyo institucional y material de todo el PP al president valenciano contrastó con la crisis que afronta Carlos Mazón desde el mismo día del temporal, cuando llegó tarde al comité de coordinación de emergencias porque había estado en una comida que se prolongó durante horas.
“Si hubiera sido en Catalunya, estarían cubiertos de oro”, cargan en Génova contra Pedro Sánchez
La cita de ayer parecía pensada para salir al paso del desencuentro entre Mazón y la dirección del PP, que se concretó al inicio de esta semana en la idea planteada por Feijóo de declarar la emergencia nacional, lo que hubiera retirado el mando de la gestión al president valenciano para otorgárselo al Ministerio del Interior.
Sin embargo, nuevas revelaciones sobre aquella comida en un restaurante de Valencia, que el president compartió con una periodista, alteraron el orden del día y devolvieron el anunciado cierre de filas a la casilla de la víspera, en la que el portavoz popular en el Congreso, Miguel Tellado, había marcado distancias al afirmar que debía ser el propio Mazón quien diera explicaciones sobre su agenda el día de las inundaciones.
“Mazón es uno de los nuestros”, adujeron fuentes de Génova para negar los roces entre el valenciano y Feijóo. “¿Dónde estaban Pedro Sánchez o la ministra Teresa Ribera?”, contraatacaron. “El mediodía del martes 29 de octubre no llovía y las tormentas no habían desbordado ningún río”, explicaron para justificar al barón valenciano.
Y para desmarcarse del abandono de Mazón a su suerte, que ha puesto en alerta a otros presidentes autonómicos del PP (la madrileña Isabel Díaz Ayuso pidió ayer a los “activistas” que no la involucren en “conflicto alguno” con Valencia), aseguraron que Feijóo y él “hablan todos los días” y esgrimieron el agravio territorial: “Si la riada hubiera sido en Catalunya, estarían cubiertos de oro”, cargaron desde la dirección del PP contra el trato de favor que la Moncloa, a su juicio, dispensa a esta comunidad: “Con medio watsap de Carles Puigdemont hubieran tenido a 20.000 soldados desplegados”, exclamaron.
La estrategia de Génova sigue siendo responsabilizar al Ejecutivo central, y por eso se insiste en que la declaración de emergencia nacional no suponía una desautorización de Mazón, cuya actuación se ha visto desbordada por los hechos, sino que pretendía “habilitar” al Gobierno, al que acusan de estar fallando, para que enviara efectivos de forma inmediata a la zona. Pero la Moncloa ha preferido “arrojar muertos al centroderecha”, lamentan, con tal de “poner en marcha la operación Morant”, en la que ven una maniobra del PSOE para impulsar la carrera política de la ministra de Ciencia y secretaria general del PSPV, Diana Morant.
Con todo, hay voces en el PP que tienen claro que el divorcio es ya imparable: “La relación con Feijóo siempre fue muy difícil, más desde que Mazón pactó con Vox por su cuenta”, recuerdan, por lo que el president valenciano ha sido arrojado “a los pies de los caballos”. “Está claro”, corrobora un dirigente autonómico, aun reconociendo que las consecuencias de una crisis interna derivada de una situación asumida por todos como “muy compleja” son “imprevisibles ahora mismo”.
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