Sigrid Nunez: «Almodóvar cambió radicalmente el final de mi novela, pero no me pareció mal»

La escritora estadounidense acaba de publicar en España ‘Los vulnerables’, su nueva novela después de que el director español adaptara su libro anterior en la premiada ‘La habitación de al lado’ Leer La escritora estadounidense acaba de publicar en España ‘Los vulnerables’, su nueva novela después de que el director español adaptara su libro anterior en la premiada ‘La habitación de al lado’ Leer  

Las novelas de Sigrid Nunez (Nueva York, 1951), por llamarlas de alguna manera, son extrañas, festivas, emocionantes, cuajadas de digresiones, idas y venidas, historias mínimas y escarceos en la historia de la literatura o en las relaciones sexuales de la generación Z. No parecen ser las que mejor puedan sostener un guion de cine.

Y, sin embargo, Cuál es tu tormento, el libro que publicó en 2020, sobre una mujer que se muda a vivir con una amiga enferma terminal, fue el elegido por Pedro Almodóvar para su primera película rodada en inglés que se alzó recientemente en Venecia con el León de oro. Lo que alegró mucho a Nunez pese a que su participación en el filme, según nos explica por videoconferencia, fue mínima.

Nunez, quien fuera secretaria de Susan Sontag y hoy disfruta de una extraordinaria y tardía fama como escritora, acaba de publicar su nueva novela en España, Los vulnerables (Anagrama), una historia protagonizada nuevamente por un trasunto de la autora, un adolescente a la deriva y un loro, confinados los tres juntos en aquella vacilante primavera de la pandemia del coronavirus.

Asombra recordar, al leer su libro, aquellos días de la pandemia en que hasta pasear estaba mal visto. ¿Cómo hemos podido olvidar tan rápido aquellos horrores? Sí, es cierto, y lo es particularmente aquí en EEUU. De alguna forma, Trump se ha beneficiado de esta amnesia relacionada con la pandemia y el confinamiento. Él era el presidente entonces, pero la gente ha olvidado cómo manejó la crisis. Es como si, simplemente, no quisieran pensar en ello. Nunca he sido madre, pero sé que es común, después de dar a luz, olvidar rápidamente el dolor por el que has pasado. Esto es un poco similar: fue todo tan surrealista que no se sintió real. Parece un mal sueño.’Los vulnerables’ no es una historia de amor, advierte. ¿Qué tipo de historia es?Siempre escribo de la misma manera. No sé a dónde voy, no hago planes ni esquemas. Simplemente empiezo. En 2020 todos vivimos una incierta primavera. Comencé a reflexionar sobre lo que nos estaba pasando, pero necesitaba una historia. Entonces se me ocurrió algo: «¿Y si la narradora fuera obligada a dejar su apartamento?». Porque, durante aquellos días, las personas se ayudaban mutuamente y algunas quedaban atrapados en lugares inesperados. Leía las noticias y me enteraba de ciertas situaciones. Por ejemplo, muchas personas acabaron compartiendo espacios con gente con la que nunca habrían convivido. «Esto es suficiente para una historia», me dije. Y luego llegaron los personajes.La protagonista recibe al principio al joven Cardo con desagrado y acaban tomando juntos marihuana y LSD. ¿La brecha generacional no es tan grande como solemos pensar?Ahora estoy jubilada, pero he enseñado durante muchos años. Siempre estuve cerca de jóvenes universitarios, y daba clases de escritura, así que leía lo que escribían sobre ellos mismos y sus vidas. Me interesaba mucho la brecha generacional. La llamada Generación Z, como la conocemos, es increíblemente vulnerable, tanto como lo puede ser una persona de 85 años con una enfermedad terminal. Son extremadamente vulnerables, su futuro es tan incierto, viven en tiempos tan confusos y oscuros. Se sienten como una especie de generación perdida.Muestra aquí cómo ha cambiado el sexo de los jóvenes después del Me too pendiente ahora de consentimientos explícitos, palabras de seguridad… ¿El sexo es hoy tal vez más seguro pero también más reglamentado y culpable? Los jóvenes están atrapados en una especie de trampa muy injusta. La espontaneidad, en gran medida, ha desaparecido. También existe la percepción de que los dos sexos son de alguna manera enemigos, algo que parece estar siendo alentado constantemente. Así que sí, creo que la sociedad ha complicado mucho la vida de las personas en lo más íntimo y privado. Ahora es un campo minado que en cualquier momento puede arruinar tu vida.Todo necesita ser explicitado previamente.Exacto. Además, ¿cómo puedes aprender sobre tu deseo, sobre tu sexualidad, que es una parte fundamental de quién eres, si tienes que seguir un conjunto de reglas sobre cómo comportarte? Por otro lado, claro, todos queremos que sea más seguro. Pero me pregunto, ¿realmente lo es? No tengo claro que sea así.

«La Generación Z es tan vulnerable como una persona de 85 años con una enfermedad terminal»

¿Hoy en la ficción los hombres ya nunca pueden ser inocentes?En el pasado, un personaje masculino que fuera un terrible mujeriego o que no tratara bien a las mujeres, incluso misógino, podía, con todo, ser un héroe. Esa falla no lo convertía en un ser humano despreciable. Aquello estaba más cerca de la vida real. Cuántos líderes han tenido vidas personales complicadas en lo que respecta a las mujeres. Clinton o los hermanos Kennedy, por ejemplo. Otro problema es que ahora los escritores masculinos no pueden escribir sobre mujeres de la misma manera que en Madame Bovary o Anna Karenina, porque existe este tabú de que un hombre no tiene derecho a escribir sobre la vida de una mujer. Y eso no es cierto. Esa es otra libertad que hemos perdido.¿Se empobrece así la literatura?El tipo de mujer que aparece ahora en la ficción escrita por hombres siempre responde a estereotipos. Puede ser guapa, puede ser atractiva, pero debes tener cuidado de no sexualizarla. Siempre debe ser inteligente, porque ya no hay «rubias tontas». Tampoco puede ser moralmente inferior. Ya no hay «brujas» ni «zorras». Además, la mujer siempre tiene que tener sentido del humor y ser más inteligente que el personaje masculino con el que tiene una relación. Y así la ficción imaginativa queda sembrada de lo que más tememos: estereotipos.Todo el mundo habla de usted ahora en España después de que ‘La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar, ganara el León de Oro de Venecia adaptando su novela ‘Cuál es tu tormento’ ¿Cómo fue trabajar con Pedro?Un día fui al cine a ver Madres paralelas. Al regresar a casa, revisé mi correo electrónico y había un mensaje de uno de sus productores diciendo que Pedro estaba interesado en comprar los derechos de mi libro. Y pensé: «¡Oh!». Porque ha sido uno de mis artistas favoritos durante mucho tiempo. Después comprendí lo que él vio en mi obra: la relación entre las mujeres y esas obsesiones suyas sobre el envejecimiento, la enfermedad, la muerte, la pérdida, el duelo. Visité el set durante el último día de rodaje en Nueva York y fue maravilloso, pero nunca leí el guion ni pedí hacerlo. De vez en cuando recibía un correo electrónico con una pequeña pregunta, y la respondía, pero no quería intervenir en absoluto. Sabía que haría cambios.¿Y qué le ha parecido el resultado?Sólo he visto la película una vez, hace dos semanas en una sala de proyección, y me encantó. Es diferente, claro. Especialmente porque Pedro cambió radicalmente el final, lo que me sorprendió, pero no me pareció mal. Siempre supe que él lo haría suyo. Los elementos más importantes, mis ideas sobre la amistad, el duelo, la pérdida, la muerte y la enfermedad terminal, siguen ahí. Las interpretaciones son magníficas. Y creo que la música es extraordinaria. Visualmente, es una película hermosa.Por cierto, ¿cómo vive este periodo electoral en EEUU? Parece como si todo el país estuviera en tensión ante la inminencia de una catástrofe…Sí, es una sensación terrible, una ansiedad constante. Es como una pesadilla, como si no pudiéramos creer que está sucediendo otra vez. Ya fue tan traumático el período de 2016 a 2020, y ahora todo ha vuelto. Lo que más me preocupa es lo reñida que está la contienda. Nadie puede predecir quién ganará. Y, aunque deseo con todas mis fuerzas que la vicepresidenta Harris venza, me siento devastada por el hecho de que la mitad de mis compatriotas no tengan problema en elegir a ese hombre que abiertamente manifiesta sus ambiciones autocráticas, que no está capacitado, que a veces parece completamente fuera de sí. No solo es algo preocupante para el país, sino para el mundo entero. Aun así, me siento optimista, ciertamente hay muchas probabilidades de que pierda, pero al mismo tiempo temo la violencia que podría desencadenarse. Cultura // elmundo

Noticias Similares