El Barcelona ultima los detalles para realizar la prueba de carga del retorno al Camp Nou que está prevista para el próximo 28 de julio. 13 días después, el 10 de agosto, está previsto que se juegue allí el Trofeu Joan Gamper ante el Como italiano de Cesc Fàbregas en el que será el primer partido en el nuevo feudo barcelonista. Pasará, siempre y cuando el Ayuntamiento de Barcelona autorice el regreso parcial con las dos licencias necesarias.
El Barça descarta que entren 60.000 aficionados el 10 de agosto para el Trofeu Joan Gamper ante el Como
El Barcelona ultima los detalles para realizar la prueba de carga del retorno al Camp Nou que está prevista para el próximo 28 de julio. 13 días después, el 10 de agosto, está previsto que se juegue allí el Trofeu Joan Gamper ante el Como italiano de Cesc Fàbregas en el que será el primer partido en el nuevo feudo barcelonista. Pasará, siempre y cuando el Ayuntamiento de Barcelona autorice el regreso parcial con las dos licencias necesarias.
Aunque en un primer momento se habló de un aforo de 60.000 personas, fuentes del club afirman que será con una capacidad muy inferior. Hay algunas informaciones que sitúan, a día de hoy, un aforo de 25.000 espectadores. Podrían ser menos.
Àlex Garcia / Propias
Esta semana la comisión encargada de las obras del Espai Barça se está reuniendo con Limak para definir ese aforo antes de informar al consistorio, que deberá dar su plácet con las correspondientes licencias de actividad –necesaria para jugar– y la de primera ocupación –que debe entregarse cuando la primera y la segunda gradería estén acabadas–.
El Ayuntamiento de Barcelona debe entregar dos licencias para que el estadio pueda reabrirse
No se descarta solicitar un permiso especial porque, aunque los trabajos en el interior del estadio para tener finalizadas estas dos gradas van a buen ritmo, los accesos deben estar preparados. Y, aunque el Ayuntamiento ha renovado el permiso de trabajo 24 horas por seis días a la semana hasta el 2 de agosto, el club debe delimitar antes el aforo. Entre otras cosas porque hay que poner a la venta las entradas para el partido.
No se descarta, si es necesario, activar un plan B que trasladaría el Gamper al Estadi Johan Cruyff, con capacidad para 6.000 espectadores.
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De momento, esta semana, en esas reuniones con la constructora turca, cuya cúpula ya planea su viaje a Barcelona para estar en el Gamper, la comisión responsable de las obras está centrada en definir tanto la capacidad de absorción de esos accesos como los servicios mínimos que se podrán ofrecer. La vicepresidenta Elena Fort ya alertó en una entrevista con este diario que la vuelta será a un estadio provisional, en obras, con accesos que no son fáciles, sin aparcamientos, y sin restauración con comida caliente. Tampoco habrá escaleras mecánicas y habrá baños que aún no estarán operativos. Este contexto no solo es para el Gamper. Sino para toda la temporada.
El consistorio ha renovado el permiso de trabajo de 24 horas hasta el 2 de agosto
Tras el Gamper, las obras continuarán con el objetivo de poder reabrir el estadio con los 60.000 espectadores previstos en este regreso parcial. El club ha solicitado jugar las tres primeras jornadas de Liga como visitante, así como el primer partido de la Champions. Después llegará el parón internacional, del 1 al 9 de septiembre, casi dos semanas adicionales para avanzar en las obras.
De cara al Gamper, la directiva espera que los 475 asientos VIP cedidos por 25 años a las empresas New Era Visionary Group y Fort Advisors Limited ya estén operativos. Es un punto clave para que el auditor contabilice los 100 millones de euros que el club percibe por dicha cesión y así poder operar con normalidad en el mercado de fichajes.
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