Plantón histórico en ‘First Dates’: una soltera se niega a cenar con su cita por su físico: »Ha venido para hacer una escena tan patética»

Presentarse a First Dates puede ser o una de las mejores experiencias de tu vida o la peor. Mientras que algunas personas tienen suerte y encuentran el amor a la primera, otras tienen que conformarse con citas totalmente opuestas a agradables. Y aunque pasa en contadas ocasiones, a veces ni siquiera tienen la oportunidad de cenar porque una de las partes tiene claro que la persona no es la indicada. 

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 Esther y Roberto eran dos de los grandes protagonistas de la noche del lunes en el espacio de Cuatro  

Presentarse a First Dates puede ser o una de las mejores experiencias de tu vida o la peor. Mientras que algunas personas tienen suerte y encuentran el amor a la primera, otras tienen que conformarse con citas totalmente opuestas a agradables. Y aunque pasa en contadas ocasiones, a veces ni siquiera tienen la oportunidad de cenar porque una de las partes tiene claro que la persona no es la indicada. 

Una situación que experimentaba en primera persona Roberto (53), un peluquero italiano afincado en Barcelona que tenía una gran pasión: el arte. No había tenido malas experiencias en el amor, pero reconocía que en los últimos años había estado »bastante de flor en flor». Tras decidir cambiar esa mentalidad, el soltero quería conocer a una persona especial con la que poder formar una familia.   

Roberto en 'First Dates'
Roberto en ‘First Dates’
Mediaset

»Una persona a la que le guste el arte, la cultura, el deporte y la comida porque yo adoro cocinar», confesaba. La elegida para cenar con él era Esther (51), una peluquera de Barcelona que tenía una gran pasión, su profesión. »No decidí ser peluquera, ya lo llevaba dentro desde pequeña», contaba. Se definía como una mujer de mucho carácter y tolerante. Algo que dejaba claro a su llegada al restaurante de Cuatro. »No es mi tipo», sentenciaba. 

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Victoria en 'First Dates'

Hechas las presentaciones, los solteros se acomodaban en la barra del restaurante, donde intercambiaban sus primeras palabras -y casi las últimas-.  A raíz de esta pequeña conversación, ambos descubrían al parecer su único punto en común: su profesión. Y es que no les dio tiempo a profundizar porque la soltera dejó las claras en el momento en el que Carlos Sobera se acercó para acompañarles hasta la mesa. 

Esther en 'First Dates'
Esther en ‘First Dates’
Mediaset

»Os llevo a la mesa. ¿Os parece bien?», decía el presentador. »Bueno…», espetaba la catalana. »¿Cómo que bueno? ¿No quieres ir a la mesa?», insistía Sobera. »No quiero ir porque ya veo de entrada que no vamos a congeniar. Lo veo rápido últimamente, no me apetece cenar con él», sentenciaba a la vez que reconocía que estaba para perder el tiempo tras su última y nefasta experiencia en el amor. »Yo no soy una persona falsa y no voy a estar por estar. Ni como amigo ni como pareja, lo tengo claro», añadía. 

Otra vez será

Roberto y Carlos Sobera en 'First Dates'
Roberto y Carlos Sobera en ‘First Dates’
Mediaset

Tras despedir a la soltera y desearle suerte en la complicada búsqueda del amor, el presentador se interesaba en saber la opinión del italiano, que había sido incapaz de articular palabra tras el plantón de Esther. »No sé ella qué habrá pensado. Pero pienso que a lo mejor ha venido para hacer una escena tan patética», aseveraba. 

Antes de abandonar el restaurante, Sobera le aseguraba que estaba más que invitado a volver al local de Mediaset para intentar encontrar de nuevo el amor. »Me voy muy feliz y contento porque soy una persona respetuosa, educada y amable. No todos son como yo», concluía. 

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