El histórico ataque de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán, esta madrugada, recibió el nombre en clave “Operación Martillo de Medianoche”, implicó a más de 125 aeronaves y una operación de distracción en la que se desplegaron bombarderos sobre el Pacífico como señuelo, según han revelado el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine, en una rueda de prensa desde el Pentágono con los detalles operativos de la misión.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, asegura que “las ambiciones nucleares de Irán han quedado pulverizadas”
El histórico ataque de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán, esta madrugada, recibió el nombre en clave “Operación Martillo de Medianoche”, implicó a más de 125 aeronaves y una operación de engaño en la que se desplegaron bombarderos sobre el Pacífico como señuelo, según han revelado el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine, en una rueda de prensa desde el Pentágono con los detalles operativos de la misión.
Con el triple bombardeo, “las ambiciones nucleares de Irán han quedado pulverizadas”, ha celebrado Hegseth. “Muchos presidentes soñaron con dar el golpe final al programa nuclear iraní, y ninguno pudo hasta que llegó Trump”, ha añadido, destacando que los aviones usados llegaron a las instalaciones, atacaron y se fueron veinte minutos después, “y el mundo no se enteró”.
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El bombardeo, sobre el cuál “muy pocas personas en Washington fueron informadas con antelación”, incluyó siete bombarderos furtivos B-2, que lanzaron más de una docena de bombas antibúnker de 13.600 kilogramos, conocidas como Massive Ordnance Penetrator (que nunca antes habían sido usadas), sobre las dos mayores bases nucleares de Irán, en Fordow y Natanz. Además, se lanzaron decenas de misiles Tomahawk contra la instalación de Isfahán, en la que EE.UU. cree que Teherán guardaba su uranio más enriquecido.
La misión, el mayor ataque en la historia realizado por bombarderos B-2, se ejecutó a las 2:10h en Irán (las 23:40h del sábado en la España peninsular) y veinte minutos después ya habían salido del espacio aéreo iraní, ha confirmado el general Caine. Las aeronaves partieron desde una base en Misuri y el jefe del Estado Mayor Conjunto la ha descrito como la más larga realizada desde los atentados terroristas del 11 de septiembre.
“Esto ciertamente no es una operación indefinida, sino una misión enfocada, contundente y clara”
“A medianoche del viernes al sábado, un gran grupo de ataque de B-2, compuesto por bombarderos que partieron desde territorio continental de Estados Unidos, despegó”, ha explicado Caine. “Como parte de un plan para mantener la sorpresa táctica, una parte del grupo se dirigió hacia el oeste, al Pacífico, como señuelo —un esfuerzo de engaño conocido solo por un número extremadamente reducido de planificadores y líderes clave en Washington y Tampa”. “El grupo principal de ataque, compuesto por siete bombarderos B-2 Spirit, cada uno con dos tripulantes, avanzó silenciosamente hacia el este, con comunicaciones mínimas durante las 18 horas de vuelo”, ha añadido el general.
El jefe del Pentágono, Hegseth, ha rechazado que EE.UU. tenga la intención de involucrarse en la guerra, el mayor conflicto en la historia entre Israel e Irán, en el largo plazo. “Esto ciertamente no es una operación indefinida”, ha asegurado, sino “una misión enfocada, contundente y clara” contra las principales bases nucleares iraníes. Pero “eso no significa que limite nuestra capacidad de respuesta; responderemos si es necesario”. También ha destacado que la operación “no se trata sobre un cambio de régimen” en Irán, sino sobre la destrucción de su programa nuclear.
Sin embargo, a pesar de que anoche el presidente Donald Trump dijo que las instalaciones iraníes han sido “completamente arrasadas”, el general Caine ha dicho que es demasiado pronto para evaluar si el país persa todavía tiene capacidades nucleares. Hegseth ha añadido que “La evaluación de los daños de batalla está en curso, pero nuestra valoración inicial, como dijo el presidente, es que todas nuestras municiones de precisión impactaron donde queríamos que lo hicieran, y lograron el efecto deseado. Lo que significa que, efectivamente, en Fordow, que fue el objetivo principal aquí, creemos que logramos la destrucción de capacidades allí”.
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