Luis Tosar y Luisa Mayol no se cortan en ‘Late Xou’ al hablar de su último director: “Un pervertido”

Luis Tosar y Luisa Mayol parecían estar a punto de disfrutar el rodaje más relajado de sus vidas: dos meses en un resort de lujo en el Caribe, sin guion, sin cámaras indiscretas y con el único objetivo de improvisar. Todo parecía perfecto, pero como en cualquier historia que promete demasiado, había trampa.

Seguir leyendo…

 Aunque al principio la idea les despertó algo de desconfianza, poco a poco la propuesta fue cobrando sentido  

Luis Tosar y Luisa Mayol parecían estar a punto de disfrutar el rodaje más relajado de sus vidas: dos meses en un resort de lujo en el Caribe, sin guion, sin cámaras indiscretas y con el único objetivo de improvisar. Todo parecía perfecto, pero como en cualquier historia que promete demasiado, había trampa.

Para empezar, Rafa Cortés, el director de Amanece en Samaná, – la primera película que graban juntos – tenía un planteamiento inusual y un tanto atrevido: pidió al matrimonio que no leyeran el guion ni conocieran el argumento; solo les adelantó que sería una historia de parejas. 

El detalle que despertó cierta inquietud en Tosar y Mayol fue que el director del proyecto insistía en que las parejas fueran reales, no ficticias. “Nos provocó desconfianza porque somos actores, ¿por qué tenemos que ser pareja?“, explicó Mayol en el programa Late Xou. Tosar apuntó rápidamente que Cortés era ”un pervertido como otro cualquiera“ por querer hacer esta película ”con dos parejas» en la vida real.

La intención era recoger la espontaneidad de dos parejas en situaciones completamente naturales, lo que generó cierta desconfianza en Mayol y Tosar, que llegaron a pensar que lo que les estaban proponiendo realmente era un reality show. La idea no les entusiasmaba, especialmente cuando empezó a parecer que les pedían más ser ellos mismos que actuar: “Una cosa es ser pareja y otra es contar las cosas de uno…”.

La comida del resort no les gustó demasiado

Para suavizar la propuesta, el director prometió dos meses en un resort de lujo y podían llevar a sus dos hijos, algo que pintaba bastante bien al principio. Sin embargo, el encanto inicial se desvaneció pronto: el lugar apenas estaba funcionando, y la comida era más que repetitiva.

Al principio, ambos confesaron que pensaron que se trataba de algo similar a un reality
Al principio, ambos confesaron que pensaron que se trataba de algo similar a un reality

La pareja confesó a Marc Giró que allí solamente comían croquetas de centolla porque el resort llevaba muy poco tiempo abierto y estaban haciendo pruebas de todo tipo. Aunque el plato no estaba mal, los actores terminaron saturados después de semanas con la misma oferta gastronómica. “Fue una experiencia espantosa”, sentenciaron medio en broma, medio en serio. 

 Televisión

Noticias Similares